La nueva estación de subte “Once-30 de diciembre” de la línea H en homenaje a las víctimas del incendio en el boliche Cromañón, donde murieron 194 personas, será inaugurada el miércoles con la presencia de sobrevivientes, familiares y organismos de derechos humanos. La formalización del cambio de nombre, que remite a la fecha en la que ocurrió la masacre, será a las 18, en la estación ubicada en Pueyrredón y Rivadavia, cuando se realizará un acto inaugural de las obras artísticas alusivas a la tragedia.
“Este proyecto forma parte de una lucha constante por mantener la memoria viva. Como pueblo a veces es más fácil tratar la memoria remota, pero cuesta hablar de la memoria reciente”, expresó Silvia Bignami, madre de Julián Rozengardt, fallecido en el boliche.
En el acto, además de familiares y allegados a las víctimas, estarán presentes representantes de la agrupación Madres de Plaza de Mayo y otras organizaciones de derechos humanos, además de trabajadores del subte, docentes y estudiantes. Además del cambio de nombre, la nueva estación cuenta con un ploteo de fotos de la tragedia y el mural del artista Rep que reza “Nunca Más a Cromañón”. Todavía están en construcción otras obras como la explicación de lo que pasó el 30 de diciembre de 2004 y la lista de víctimas fatales de la masacre.
Luego del acto, que se realizará en la entrada de la estación, los familiares y sobrevivientes realizarán una visita guiada por las obras. El proyecto presentado por familiares, sobrevivientes y amigos de las víctimas se aprobó en la Legislatura porteña el 19 de marzo por iniciativa de los diputados Marcelo Ramal (FIT), Alejandro Bodart (MST) y Gustavo Vera (BC).Bignami explicó que la inauguración se realizará el 30 marzo que “es el día en que en las escuelas de la provincia de Buenos Aires y Capital Federal deberían debatir sobre lo que ocurrió en Cromañón”, algo que, según contó, “no se cumple”. La tragedia de Cromañón ocurrió el 30 de diciembre de 2004, durante un recital de Callejeros.
Escenario de dos masacres en 10 años
Once fue escenario de dos tragedias en menos de diez años. A fines de diciembre de 2004, a metros de la estación, un incendio en el boliche Cromañón dejó 194 muertos y 1.400 heridos. Ocho años después, en febrero de 2012, un tren del Sarmiento no frenó a tiempo y 51 personas perdieron la vida y cerca de 700 quedaron heridas. En ambos casos, las causas apuntaron a la corrupción de los gobernantes: en el primer caso, terminó con la destitución del jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra; en el segundo, con la condena (que espera sentencia firme) de varios funcionarios.