La mala relación entre los gobiernos nacional y porteño, profundizada en los últimos meses por el conflicto por el control del subte, quedó congelada en una imagen: la de Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri compartiendo incómodamente, este jueves por la tarde, el acto en la Bolsa de Comercio, en el que la Presidenta anunció la cancelación de la deuda del «corralito» con el pago del Boden 2012.
Sentados en la misma fila, a una silla de distancia, la presencia del titular de la Bolsa Adelmo Gabbi entre los dos mandatarios permitió disimular un poco la tensión que existe entre ambos, ya que su cuerpo actuó como un dique humano que les permitió a Cristina y Macri mantener una prudente distancia. Pero cuando el funcionario se levantó para dar su discurso, dejó a la Presidenta y al jefe de Gobierno de la Ciudad cara a cara, quienes, ante la situación, no les quedó otra opción que mirarse e intercambiar algún comentario formal y alguna media sonrisa forzada. Después, ambos decidieron guardarse manteniendo la vista al frente.