Todos conocemos -desde hace largo tiempo- las dificultades que representan el evento olímpico para nuestros atletas. Se trata del máximo desafío que deben afrontar, una vez cada cuatro años: el desafío supremo. Cada vez ante rivales más duros, ante las diferencias tecnológicas y económicas con las grandes potencias.Por eso, para los mejores de los nuestros se hace complicado conseguir un sitio en esa privilegiada «crema» del atletismo.Este análisis sirve para valorar aún más la hazaña de Germán Luján Lauro, el muchacho de Trenque Lauquen, quien acaba de consagrarse finalista del lanzamiento de bala en los Juegos Olímpicos de Londres, en la inauguración del programa atlético. Lauro, además, lo hizo con el «plus» de un récord nacional de 20,75 metros, mejorando los 20.43 que había logrado en dos oportunidades (el 4 de junio de 2010 en el Iberoamericano de San Fernando y el pasado 28 de abril de 2012 en Mar del Plata).
También, es muy complicado que los lanzadores logren récords en pruebas clasificatorias, donde tienen la presión de sólo tres disparos y allí deben buscar su condición de finalista. Pero, en el caso de Lauro, sabía que necesitaba dar lo mejor de sí y una importante superación personal si soñaba con un sitio en la final (algo que en los pronósticos parecía reservado sólo a los que regularmente disparan sobre los 21 metros).Lauro comenzó con 20.10, siguió con un nulo y se jugó entero en el tercero. El tiro de la gloria, 20.75 que significaron el tercer lugar en su grupo (el A) y el pasaporte a la final.Los dos primeros sitios de ese grupo quedaron para dos de los grandes favoritos: el alemán David Storl (21.15) y el polaco Tomasz Majewski (21.03). Storl, el más joven en esa elite, es el actual campeón del mundo en la especialidad, título con el que sorprendió en agosto pasado en Seúl y recientemente se consagró campeón europeo. Majewski, por su parte, es el defensor de la corona olímpica y un hombre cn antecedentes de 21.95.
Lauro, todo dicho con su tercer lugar fantástico. El cuarto fue para el bielorruso Pavel Lyzyn con 20.57 y quinto quedó otro de los favoritos, el estadounidense Christian Cantwell (antecedente personal de 22.54, subcampeón olímpico en Beijing) y ahora con un registro de 20.41 en la fase clasificatoria.El grupo B fue dominado por los dos estadounidenses que, para la final de esta noche, se plantean como los rivales más fuertes de Storl, Majewski y cía: Reese Hoffa (21.36) y Ryan Whiting (20.78). Este es el que viene compitiendo mejor en los últimos tiempos y prueba de ello fue su título mundial indoor en Estambul, justamente donde Lauro había producido su primer gran impacto a escala internacional con su acceso a la prueba decisiva.El tercero de esa fase clasificatoria fue el canadiense Dylan Armstrong, número 1 del ránking del año pasado y subcampeón del mundo en Daegu.En fin, junto a esos colosos… uno nuestro.
La última atleta argentina que había superado un turno clasificatorio en los Juegos Olímpicos había sido Alejandra García, en Atenas 2004, donde fue 13a. en la prueba decisiva de garrocha. Entre los hombres, Antonio Silio hace 20 años en Barcelona, para ubicarse 18° en la final de los 10 mil metros llanos.Si nos referimos al lanzamiento de bala, la participación argentina fue mínima. Tuvimos a Pedro Elsa, 14° en la final directa de 1932, seguido por Emilio Malchiodi y Juan Kahnert, quienes no pudieron superar la clasificación en Londres 1948. Posteriormente llegó a los Juegos nuestro mejor «balista» del historial pre-Lauro, el recordado y entrañable Juan Turri, quien tampoco pudo atravesar la clasificación de Montreal 1976.
La hazaña de Lauro es un premio a su trabajo, a su dedicación, a su seriedad, a su excelente planificación junto al coach Llera y a su pasión atlética. Y un homenaje, también, a aquel pasado de nuestros grandes olímpicos.Junto a los favoritos ya citados más arriba, llegaron a la final en Londres -a disputarse este viernes 3 de agosto desde las 16.30 (hora argentina) el jamaiquino Dorian Scott, el serbio Asmir Kolasinac, el ruso Maksim Sidorov y Ming-Huang Chang (Taipei). Sorpresivamenet afuera, el bielorruso Andrei Miknevich y, tal vez, el portugués Marco Fortes.