La lógica impiadosa de la política los divide hace rato, pero también la economía es implacable y logra en estos días que confluyan el agua y el aceite que representan las gestiones de Cristina Kirchner, Mauricio Macri y Daniel Scioli. A todas -la Nación, la Ciudad y la Provincia- se les encogieron las finanzas y necesitan atenuar los pagos de subsidios. La consecuencia ha sido que los tres, más o menos al mismo tiempo, aprobaron aumentos en los servicios públicos que harán blanco en los bolsillos de cada uno de nosotros.
El aumento del boleto desde hoy a quienes no tienen la tarjeta SUBE es apenas la punta del iceberg. Y las recientes palabras de los funcionarios adelantan que es probable que el costo de viajar en tren, colectivo y subte se encarezca antes de fin de año. Por caso, el Gobierno acaba de congelar los subsidios mensuales a los colectivos y a partir de ahora los seguros aumentos en costos operativos y en salarios deberán ser afrontados por las autoridades provinciales y municipales que controlan las concesiones de las líneas.
Según un relevamiento de Poder Ciudadano, sólo en el GBA circulan unas 300 líneas de colectivos. La Nación tiene jurisdicción sobre las líneas 1 a 199 (prestan servicio dentro de la Ciudad de Buenos Aires o la conectan con el conurbano), en tanto la Provincia ejerce el control en las que llevan numeración del 200 al 499 (recorren dos o más municipios) y las municipalidades, del 500 en adelante (no salen de los límites del partido respectivo).Con las nuevas reglas de juego, cada jurisdicción cargará ahora con su propio peso. Y deberá actuar en consecuencia. No les tembló la mano para hacerlo en los últimos días con los otros servicios ajustados: peajes, taxis, colegios privados y energía eléctrica vienen con subas de entre el 8% y el 128%.
–En los peajes hubo tres alzas simultáneas. El macrismo avaló del 18 al 33% para las autopistas urbanas. Y el gobierno nacional recargó las tarifas de los accesos (entre 14,2% y 50%) y de las rutas más transitadas (hasta 28,5% para los autos).–Para taxis, la Ciudad autorizó un 12%, y para octubre ya está pautado otro porcentaje idéntico.En la educación privada, en tanto varios colegios porteños y bonaerenses terminan este mes de trasladar las subas autorizadas en mayo, ya aparecen nuevos pedidos de reajustes para el próximo mes–Y el torniquete del tarifazo se completa con el aumento del 28% que Scioli autorizó para las distribuidoras eléctricas de la región platense y el interior provincial.Con este tarifazo -que había sido políticamente postergado- todos juntos aumentan casi todo junto. Diría Cristina: ¿No será “too much”?