Conductor, locutor, periodista, fanático de River y los Beatles, excelente entrevistador y siempre con una sonrisa de lado a lado. Ese era Juan Alberto Badía, que hoy, pasada la medianoche, nos dejó a todos con un dolor enorme difícil de reparar.Durante la tarde de ayer se conoció que el “Beto” se encontraba internado en “coma farmacológico”, desde el lunes, en el Hospital Austral. Una neumonía agravó su estado de salud, debilitado debido a su lucha de más de dos años contra un cáncer de mediastino, la zona del tórax ubicada entre el esternón y la columna vertebral. Cerca de las 22.30 de anoche, algunos medios difundieron la noticia de su fallecimiento. Enseguida, su sobrina aclaró que el animador continuaba con vida, pero a la vez, señaló que esperaban “la peor noticia”. Y no tardó en llegar. A las 00.15, con 64 años, Juan Alberto Badía dijo adiós.Su familia, tras el triste papelón de varios portales de Internet, confirmó la noticia y remarcó que no habrá velatorio, mientras que sus restos serán enterrados hoy mismo en el cementerio Jardín de Paz de Pilar.Hace apenas una semana, el animador estaba de muy buen humor y se entrevistó con gente del canal 360 TV para retomar su actividad laboral. Su última aparición pública fue en la entrega de los premios Martín Fierro, en el emotivo homenaje que le realizaron sus colegas. “Estoy muy contento de que me llegue el premio en el último tramo de la vida. Levanto la vista y me cuesta encontrar enemigos en este auditorio”, había dicho emocionado. Sobre la trayectoria, afirmaba que no es algo que se crea “de un día a otro”.Unas semanas antes, Badía hizo una aparición en “Sábado Show” para realizarle una entrevista a Charly García, a pedido de su amigo Marcelo Tinelli, productor general del ciclo. Nacido el 24 de noviembre de 1947, Badía recordaba que cuando era niño en Ramos Mejía, con su hermano solían jugar a ser locutores y para eso armaban un improvisado estudio de radio donde practicaban imitaciones y ponían música exitosa de entonces.Su padre era Juan Ramón Badía, un respetado maestro y profesor de locutores poco entusiasmado con que su hijo siguiera sus pasos, cosa que finalmente ocurrió, cuando en 1966 se inscribió en la carrera del Instituto Superior de Enseñanza Radiofónica (ISER).Eran los tiempos en que Los Beatles eran furor en el mundo y también aquí, entre la juventud argentina y entre ellos al mismo flamante locutor que tras matricularse en 1970, y hacer una suplencia en Radio Antártida, saltó a la fama.Rivadavia, El Mundo y finalmente en Del Plata, su media hora dedicada a Los Beatles, los sábados en «Modart en la noche», y un ciclo diario que hizo historia como “Imagínate-Flecha Juventud”, que en la década del 70 habría de convertirse en un suceso.Dedicado a un público adolescente -y algo más- que esperaba ansiosamente la cita nocturna con los grandes del rock nacional y, obviamente, el grupo de Liverpool que lo obsesionaba, se convirtió rápidamente en un verdadero clásico.Allí se escucharon en sus momentos de gloria a Sui Géneris, es decir a Charly García y Nito Mestre, a David Lebón, la trova rosarina a pleno y toda la pleyade de artistas que había logrado llevar al rock nacional a su mejor momento, una popularidad en la que el locutor y especialista tuvo un protagonismo fundamental.De “Badía y Compañía”, su ciclo televisivo sabatino que ocupó por años el espacio dejado por Nicolás “Pipo” Mancera, crecieron y surgieron figuras como Carlos Mellino con su Profesor Lambetain, Marcelo Tinelli, Silvina Chediek, Pepe Eliaschev, y hasta el finalmente jefe de gobierno porteño Jorge Telerman.En televisión también fue revolucionario y exitoso su ciclo nocturno “Imagen de radio”, donde volvió a la carga con viejos y nuevos amigos en un estudio de radio escenográfico en directo, donde demostró que una vez más, su enorme amor por el “fierrito” (tal como se le dice al micrófono en la jerga de los locutores).Allí se reveló por primera vez en la pantalla chica la mística de los estudios de radio al filo de la medianoche, revelando a sus protagonistas en cuerpo entero, y entre otros guiños se popularizaron sus habituales pedidos al «switcher master».Entre 1989 y 1991 fue director de la entonces Radio Ciudad ya ubicada en el 110 del dial, tarea que también desarrollo en su propia emisora Estudio Playa (98.19), con estudios en la misma palaya de Pinamar, éxito por varios años consecutivos, emisora a la que este mismo año volvió con el diario “Pinamar para amar”.También estaba al frente de otra emisora, en Parque Laguna Fantasma, Bariloche, la KMFM 96.5, Kilómetros de Radio, en la que de 21 a medianoche emitía en simultáneo su emisora web documental JABRadio, donde ofrecía música en vivo y viejas grabaciones.En 2008 condujo junto a Federica País, el ciclo nocturno de los sábados «Séptima noche», con presentaciones de artistas locales e internacionales, así como entrevistas, que apenas tuvo un paso discreto por la pantalla de Canal 7.Por Canal 7 llevó adelante varias temporadas del ciclo “Estudio País”, con el que interconectó a toda la geografía argentina en simultáneo, con un panel de jóvenes periodistas y conductores en cada uno de los paisajes elegidos. En 2011 fue convocado por Claudio Villarruel para conducir “Mi noche favorita”.Badía recibió el Konex como conductor en 1991 y 2001, el Martín Fierro por “Una buena idea” en 1992, “Imagen de radio”, en 1995 y “Badía en concierto”, en 2007, antes del de Trayectoria y el nombramiento personalidad de la cultura en la Legislatura porteña.Amante de Los Beatles y de todo lo que tuviese que ver con sus integrantes, en 1990 publicó “El día que John Lennon vino a la Argentina”, publicado por Editorial Sudamericana.Poco tiempo atrás, luego recibir varias propuestas para escribir un libro acerca de esta última difícil etapa, aceptó la de editorial Planeta para producir uno con la recopilación de los encuentros y entrevistas más importantes de su carrera.En sus últimos momentos, el conductor estuvo acompañado en el centro asistencial de Pilar por sus hijos Carla, Bárbara y Juan Agustín, su esposa Mariana, sus hermanos Marisa y Carlos, y sus amigos Marcelo Tinelli, Fernando Bravo y Julio Lagos.
 
Buen viaje, Beto…