Desde todo el arco opositor -radicalismo, PRO, Frente Progresista, Peronismo Federal y Coalición Cívica- así como desde los sectores gremiales enfrentados al Gobierno (la CGT de Hugo Moyano, la central de Luis Barrionuevo) salieron a respaldar el cacerolazo y la movilización previstos para hoy. El esperado 8N que tanto teme el oficialismo.No obstante, la mayoría de los dirigentes advirtieron que no participarán, ya que entienden que no quieren quitarle “legitimidad” a una convocatoria realizada a través de las redes sociales y donde la gente quiere exteriorizar la bronca acumulada en estos meses: el No a la Reelección, la indignación por el caso Boudou, la corrupción y el repudio a la inseguridad son algunos de los elementos movilizantes, como ya se vio en el masivo y espontáneo cacerolazo del 13 de septiembre, en los principales centros urbanos del país.
“No voy a ir porque los dirigentes políticos no debemos colgarnos a una convocatoria de la ciudadanía. Pero es muy bueno que haya una manifestación democrática. Puedo coincidir más o menos, pero me hace sentir orgullosa”, dijo la diputada Vitoria Donda (Libres del Sur, FAP).Facundo Moyano, diputado e hijo del líder de la CGT, reivindicó el derecho a la protesta, pero cuestionó que se agravie a la Presidenta, como ocurrió con algunos exaltados.El radical Ernesto Sanz dijo que no irá “para no mezclar las cosas”, pero advirtió que “prefiero toda la vida una sociedad movilizada y no una sociedad anestesiada. En todo el país, la protesta será muy amplia”.El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, tuiteó: “El #8N vayamos con una sola bandera, la Argentina”. Y también la vicejefa, María Eugenia Vidal pidió que “el Gobierno nacional tenga más apertura y escuche los planteos de la gente”. El peronista disidente Francisco De Narváez contó que su esposa Agustina y sus hijos participarán de las marchas, pero él no lo hará: “No quiero mezclar las cosas. No es que no sienta el deseo de estar, pero no debo hacerlo, porque lo empañaría. Cuando la gente sale a protestar es porque toda la política está fracasando”.
El 8N recibio el apoyo de toda la oposición
