El grueso del arco político en el Senado, incluido el kirchnerismo, acordó ayer empezar a debatir la separación de Carlos Menem de su banca, como consecuencia de la condena que el ex presidente recibió por contrabando agravado de armas a Ecuador y Croacia por parte de la Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal el 8 de marzo. Las dudas en torno a la postura que adoptaría el oficialismo, a partir de la fuerte alianza que forjó con Menem en los últimos años, comenzaron a disiparse cuando Laura Montero -a cargo del bloque de la UCR ante el viaje de José Cano a El Vaticano- presentó una iniciativa para formar una comisión que analice la situación del ex presidente. En ese momento, el jefe de la bancada oficialista, Miguel Pichetto recordó que el FAP elevó días atrás un pedido para expulsar a Menem de la Cámara Alta y adelantó que dicha propuesta va a ser tratada en la Comisión de Asuntos Constitucionales.
Luego, finalmente, esbozó lo que parece ser una decisión del kirchnerismo respecto a la situación del ex mandatario: "Estamos de acuerdo en que debe tratarse este tema, conforme a casos anteriores, como sucedió con los senadores (Luis) Barrionuevo o de (Raúl) Ochoa".
SIGUE LA CAUSA
También ayer, la Corte Suprema de Justicia ordenó que siga abierta la causa para investigar si la explosión de la fábrica militar de Río Tercero, ocurrida en 1995, fue una voladura intencional para ocultar el contrabando de armas a Croacia y Ecuador. En rigor, la Corte se limitó a revocar una decisión de la Cámara Federal de Casación Penal que virtualmente daba por extinguida la acción penal por el paso del tiempo, y dispuso que sean otros jueces de ese tribunal los que dicten un nuevo fallo siguiendo lineamientos de la Procuración General y evitando la prescripción. La decisión de la Corte implica mantener vivo el expediente en donde el ex presidente Carlos Menem, de 82 años, está imputado.