La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires rindió homenaje ayer jueves a Manuel Belgrano, durante la sesión ordinaria en la que se aprobó imponer su nombre al recinto de sesiones del palacio parlamentario porteño. Además, se declaró al 2020 como “Año del General Belgrano”, para evocar los 250 años de su nacimiento (cumplidos el 3 de junio último) y el bicentenario de su fallecimiento, que se conmemorará el próximo sábado 20, Día de la Bandera Nacional. La iniciativa por la cual se denominó Manuel Belgrano al recinto de sesiones fue del legislador socialista Roy Cortina, en coautoría con los legisladores María Rosa Muiños, del Frente de Todos, y Agustín Forchieri, de Vamos Juntos.
La declaración del año belgraniano fue propuesto en su oportunidad por la justicialista Silvia Gottero (ex legisladora, mandato cumplido) El reconocimiento al prócer de Mayo de 1810, creador de la Bandera, general del Ejército del Norte, impulsor del desarrollo agrario e industrial, defensor de la educación pública y de los ideales de igualdad y libertad, dio lugar a discursos evocativos por parte de los legisladores de todas las bancadas. Belgrano nació y murió en la Ciudad de Buenos Aires, cursó estudios en el colegio San Carlos (hoy convertido en Colegio Nacional de Buenos Aires) y se graduó de abogado en España, en la prestigiosa Universidad de Salamanca, tras lo cual volvió a su Ciudad para convertirse en prócer y héroe de su Patria tan amada.
Fue abogado, economista, funcionario, periodista, vocal de la Primera Junta de 1810, general de las campañas al Alto Paraguay y al Alto Perú, donde comandó el Ejército del Norte, con el que obtuvo los trascendentes triunfos en las batallas de Salta y Tucumán y padeció las derrotas de Vilcapugio y Ayohuma, tras lo cual fue relevado en el mando por el entonces coronel José de San Martín, quien lo calificó como “el mejor patriota de América”.
Murió pobre y olvidado el día en que estallaba una grave crisis anárquica y de secesión en las Provincias Unidas, que retardaría por décadas la organización nacional. La historia rescató y resaltó su grandeza al evocarlo como el creador de la Bandera, que hizo enarbolar y jurar a sus soldados en la Villa del Rosario de los Arroyos, a las riberas del Paraná, el 27 de febrero de 1812. El nombre con que bautizó ese día a sus baterías de artillería definía claramente sus ideales: Libertad e Independencia.