Miami Heat marcó anoche territorio y le ganó por 104-83 a San Antonio Spurs para igualar 1-1 la gran final de la NBA. Tras una primera mitad muy pareja, LeBron James y compañía pisaron el acelerador y se recuperaron de la derrota sufrida en el episodio inicial de la serie. Fue una mala noche para los texanos, que cometieron demasiados errores en el manejo del balón asfixiados por la marca de los de la Florida. Manu Ginóbili estuvo apenas 17 minutos en cancha, en los que aportó escasos cinco puntos, con dos rebotes, una asistencia, un robo y tres pérdidas. Muy flojo, al igual que Tony Parker (13 tantos) y Tim Duncan (9). Mario Chalmers fue el goleador de la noche con 19 puntos. La serie, que pinta muy peleada, seguirá mañana en San Antonio.