El conflicto en el subte por las nuevas estaciones de la línea B (Echeverría y Rosas) continúa empantanado. Los gremialistas, que se niegan a extender el recorrido hasta las flamantes paradas porque denuncian problemas edilicios, se reunieron ayer por segunda vez en la semana en la sede de Trabajo porteña, pero no hubo acuerdo con Metrovías. El subsecretario de Trabajo, Ezequiel Sabor, sostuvo que el meollo de la cuestión, en realidad, tiene que ver con el nuevo esquema de servicios, que implicaría más tiempo de trabajo para los maquinistas. Además, amenazó con despidos si se rehusan a conducir las formaciones.
Entre tantas discusiones de escritorio, en tanto, la línea B hizo ayer la traza completa, de Alem a Rosas, pero las últimas dos paradas con personal jerárquico puesto por Metrovías porque los motorman se opusieron a hacer el trayecto entero. Por los cambios de conductores que se realizan en la estación Los Incas se pierden algunos minutos, lo que afecta el recorrido de la línea que utilizan unas 300 mil personas por día. Al menos hasta el viernes, entonces, seguirán las demoras. Los usuarios reclamaron en Twitter y mostraron allí su bronca. Las tres horas de reunión entre autoridades de SBASE, Metrovías y sindicalistas no sirvieron para llegar a buen puerto y se pasó a un cuarto intermedio hasta el viernes. Más sufrimiento para los pasajeros…