Quedó un sabor amargo. El plantel quería que el viaje a Río de Janeiro fuese algo más que una visita guiada al renovado Maracaná. Pero, otra vez, San Lorenzo estuvo lejos de la versión que lo llevó al título en el Inicial. Fue 2-0 ante un limitado Botafogo, en el que el argentino Juan Carlos Ferreyra se retiró ovacionado. Y el conjunto de Boedo, que no se achicó ante el marco, se volvió a la Argentina con su segunda derrota consecutiva.
Algo quedó claro en la previa: la Libertadores, que hasta ahora fue inalcanzable, es el reto del semestre. Por eso, Bauza apostó a un mediocampo con tres jugadores de quite. Y la jugada rindió sus frutos, porque la defensa, reforzada por Mercier, Ortigoza y Kalinski, no mostró las graves fallas que la vienen atormentando desde el Inicial. Igual, el equipo tardó media hora en acomodarse. Y, cuando finalmente lo logró, ya era demasiado tarde. Es que, a los 29 minutos, Jorge Wagner remató desde afuera del área y un rebote en Mauro Cetto descolocó a Sebastián Torrico. El despeje largo cayó en los pies del mendocino Ferreyra, que empujó la pelota para abrir el marcador.La desventaja impulsó la recuperación de San Lorenzo, que se adelantó varios metros y se adueñó del balón. No obstante, el Ciclón nunca despertó. Hubo mucho toqueteo, buenas intenciones y nada más. Una de las ocasiones más claras para nivelar el resultado llegó a los 42 minutos: Nicolás Blandi (sigue sin festejar en cotejos oficiales) aguantó la marca en la medialuna y habilitó a Angel Correa, cuyo disparo se fue desviado.
En esa sintonía continuó el trámite durante gran parte de la segunda mitad. Ni siquiera logró desperezarlo la inclusión del Pipi Romagnoli, al que el Patón había dejado en el banco. No parecía que la noche carioca fuera a ofrecer otro regalo. Pero Wallyson sacó un derechazo a los 6 minutos y entonces festejó Botafogo, que está lejos de la pelea en su defensa del título estadual de Río. No hubo Maracanazo. San Lorenzo regresó con las fotos del templo del fútbol y con una preocupación: la falta de gol. No convierte desde aquel 2-2 que estampó Nacho Piatti ante Rafaela. Pasaron ya 81 días sin conquistas. No revirtieron la situación las compras de Blandi y Matos, que anoche disputó sus primeros 27 minutos con la casaca azulgrana. Encima, el equipo perdió el juego que lo elevó en el Torneo Inicial. Y si a eso se le suma la deslucida actuación en la sorpresiva derrota 2-0 ante Olimpo en Bahía Blanca, las preocupaciones empiezan a acumularse.Y es un Santo problema.