«Esta muestra antológica de más de 160 obras -que van de 1967 a 2007- es una deuda que los argentinos teníamos con ese inmenso artista que fue Rivas. Nunca hubo una exhibición igual en Argentina que mostrara tantas obras y tantos períodos”, resumió la curadora Adriana Lauría.Rivas (1937-2009) cobró notoriedad por su trabajo en el Instituto Di Tella, donde tenía a su cargo el área de fotografía y en donde retrató a todos los artistas, intelectuales y personalidades de la cultura que por allí desfilaron en los años 60, hasta que en 1976 Rivas se radicó en Barcelona, escapando de la violencia.

La muestra incluye también la proyección de uno de sus cortos, “Unos y otros” (1973): “fue su pasión por el cine lo que llevó a dedicarse a la fotografía”, explicó Lauría, sobre todo su entusiasmo por las películas de Ingmar Bergman, que lo impulsaron a comprarse su primera cámara.“Uno de las personas que fue captada por su imagen y forma de hacer fotografía fue el catalán Joan Fontcuberta, una de las luminarias internacionales de la fotografía, quien fue además su amigo”, detalló la curadora de la exposición.

En un recorrido por la sala, se pueden ver los retratos, en blanco y negro, de Luis Felipe Noé, de una jovencísima Marcia Schvartz, Rómulo Macció, Juan Carlos Distéfano, de Anatole Saderman, de Jorge Luis Borges, de Jorge Romerto Brest, Federico Klemm y tantos artistas más.“Además de los retratos, se incluye la obra dedicada a los paisajes urbanos, a interiores, a naturalezas muertas, todas con una fuerte impronta anclada a la historia del arte y de la pintura, un repertorio de imágenes que Humberto tenía en la cabeza y a la que daba mucha importancia”, mencionó Lauría.

En todos sus trabajos tanto escenarios urbanos (Corrientes, Inglaterra, Buenos Aires), como lugares apartados, interiores y objetos, muestra una especial textura lumínica condensada en profusión de matices de grises y negros.Los espacios, ya sea exteriores o puertas adentro, aparecen depurados de todo dato anecdótico y no cuentan con presencia humana alguna.Rivas entendía el retrato como una pugna entre el fotógrafo y el modelo, en la que el artista debe captar su personalidad interior, venciendo por medios técnicos y expresivos, la imagen convencional del retratado.Rivas “sabe mostrar la diferente genealogía de las huellas, si en esos escenarios abandonados se trata del recuerdo del amor o la violencia o simplemente de la indiferencia y el abandono”, escribió alguna vez la filósofa Nelly Schnaith en un texto titulado “La luz en la sombra“.La casi totalidad de las obras que integran la muestra son propiedad de la Colección del Archivo Humberto Rivas de Barcelona, legado familiar del artista.

Muy reconocido en España, “Rivas era consagrado en los círculos de fotógrafos argentinos, un núcleo que sigue siendo de entendidos. La idea de esta muestra es que la obra se encuentre con el gran público de su ciudad”, concluyó la curadora.Esta antológica es uno de los platos principales del Festival de la Luz, que en su 25 aniversario alberga 178 exhibiciones en 45 ciudades del territorio, cuya sede central es el Centro Cultural Recoleta, tal como puntualizó Elda Harrington, la directora del festival, durante la inauguración para la prensa. La exposición de Humberto Rivas cuenta con el apoyo de la Embajada de España, el Gobierno de España y la Fundación Ramón Llul de Barcelona, y se podrá visitar hasta el 28 de septiembre, en Junín 1930, de martes a viernes de 13 a 20 y los sábados, domingos y feriados de 11 a 20, con entrada libre y gratuita.