Luego de recurrentes ataques al personal de tránsito y una violencia que se adueña de las calles, decidieron incorporar cámaras a operativos vehiculares. En lo que va del año, una veintena recibieron agresiones verbales por parte de los infractores y otros quince terminaron hospitalizados por las lesiones que les provocaron.
Muchas veces, los agentes se convierten en blanco de aquellos conductores ebrios que se rehúsan a que les quiten el auto o la licencia o por quienes cometen infracciones al volante y tampoco asumen que deberán pagar una multa; ni hablar de los involucrados en choques.
Hace cuatro meses, la Subsecretaría comenzó a instalar cámaras de alta calidad en los cascos de algunos inspectores para registrar qué los hechos. «Te doy una patada en la cabeza y un codazo en la ceja y te tiro al medio de la calle. Estás en la puerta de mi negocio. ¡Salame! Y vos negrita no provoqués que te doy una patada en el orto a vos también», así respondieron dos hombres cuando se les pidió que corrieran su autos estacionados sobre una vereda y destaparan una patente.
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