Ayer en el Salón Presidente Perón se entregó el beneplácito por la labor llevada a cabo por el equipo de búsqueda y rescate canina de parte de la Asociación Civil Escuela Canina de Catástrofe (A.C.E.C.C.) para la localización de personas desaparecidas. La jornada estuvo encabezada por la legislatura y autora de la iniciativa, Maia Daer; quien estuvo acompañada por el Dr. Horacio Rivero y el fundador y presidente de A.C.E.C.C., Juan Carlos Lombardi.Daer subrayó que fue un honor “llenar esta Casa Legislativa con nuestros compañeros de vida”.

Luego agradeció la labor llevada a cabo por la institución y determinó: “Esa vocación y esa tarea es reconocida por la Ciudad y por todos los que creemos que en la vida hay que lograr un equilibrio de ir juntos hacia el futuro. Hay que agradecer esta vocación, que es más que necesaria”. Por su parte, Rivero puntualizó la necesidad de visibilizar la tarea llevada a cabo. Y Lombardi finalizó: “Este reconocimiento no es solo nuestro, es de todos los que estuvieron en la escuela y los que acompañaron en este gran camino. Nuestra misión sigue con brindar servicio a la comunidad, si es necesario a todo el mundo”.

La Asociación Civil Escuela Canina de Catástrofe (A.C.E.C.C.) fue fundada en 1995 bajo la personería jurídica IGJ 001761 después del trágico atentado a la sede mutual AMIA, en el cual el primer perro Lupo y su guía Juan Carlos Lombardi fueron los primeros en asistir hasta la llegada de los equipos con perros de Israel. Dicha escuela posee la identificación o escudo cuadrado con una cruz roja sobre la cual se simboliza el primer perro que realizó tareas de búsqueda y localización de víctimas en el país. Por ello, la A.C.E.C.C. asigna en su estatuto y rige el servicio de cuántos la siguen, la educación o la dirección de la Unidad Cinofila con el objeto de buscar personas desaparecidas y, en caso de la calamidad, para la búsqueda de posibles sobrevivientes.