“Yo voy a cumplir 34 años el domingo, capaz que esta Copa es la última, así que la quiero disfrutar”. Diez para Juan Román Riquelme. Diez para Boca, que es finalista de la Libertadores. Anoche, en Santiago, después del cero a cero frente a la U de Chile, volvió a la instancia decisiva del torneo continental más importante, la décima para el club azul y amarillo, igualando a Peñarol. Ahora deberá enfrentar a Corinthians, este mismo equipo que tuvo su punto de quiebre en el inicio del periplo, en Venezuela, cuando los referentes del plantel y Julio Falcioni se pelearon en el vestuario. Desde aquella jornada hasta ahora, hay un inmenso recorrido. Es más, se cumplieron cinco años del último título y Boca, como todo rey, quiere su corona.Pasó la serie con margen, sí, pero no hay que olvidarse de que el rival fue uno de los duros de la Libertadores, que fue y fue en el segundo tiempo, que generó dos tiros en el travesaño y más situaciones de gol en el final, convirtiendo a Agustín Orion como una de las figuras. En la primera parte fue otra cosa: Riquelme fue amo y señor. Es más, tantos goles se perdió Boca que, pese al 2-0 de la ida, se temía con pagar caros esos errores. Román pegó una en el travesaño, Mouche desperdició tres muy claras… Ahora ya es pasado.Así como el destino le depara otra final de Libertadores, también le depara otra chance de vuelta olímpica en Brasil, como en 2007, contra Gremio. Ahí estará el Diez de Copa.