Hay amores que matan. Hay también amores que duelen, que lloran y que no perdonan. Fernando Cavenaghi y Alejandro Domínguez, como todos los hinchas, todavía no pueden creer que fueron descartados por Daniel Passarella y Matías Almeyda tras ser los abanderados del equipo que devolvió a River a Primera División, su lugar en el mundo. Doloridos y sensibilizados, con un nudo en sus gargantas, el Torito y el Chori rompieron el silencio en el programa La Ultima Palabra, de Fox Sports, y arremetieron contra el presidente y el entrenador, los responsables de que sus ciclos en Núñez terminaran en forma abrupta.“Nos sentimos traicionados. River es la gente, está por encima de todo. La única vez que alguien en River quiso estar encima de todo, terminó en el piso”, disparó con dureza Cavenaghi en referencia al Kaiser. En ese sentido, el goleador recordó el origen de sus diferencias con el presidente. “Hubo una declaración que hice una vez. Dije que no porque no quería volver al país. Y en ese momento Passarella se sintió tocado. Fui a un vestuario y vi que estaba todo raro. Me sentí un sapo de otro pozo. Y dije que mientras estuviera él no volvía nunca más. Ahora volví porque fue por mucho amor a River. Hoy, mientras esté Passarella, a River no voy ni a la cancha”.Domínguez admitió que se veía venir este final. “Sabía que podía pasar. Lo escuché del hijo de un dirigente, que dijo que les quedaba poco tiempo al 9 y 10. Me la veía venir por eso. Algo debía saber Mancusi (Daniel, vocal de River). Y enseguida atendió a Almeyda, de quien repitió una y otra vez que no le gustaron sus formas para manejarse a la hora de comunicar sus salidas. “Tuvimos una charla. Nos dijimos algunas cosas que teníamos que aclarar y a las dos horas recibí otro llamado de Matías, en el que me ponía algunas condiciones. No iba a volver atrás. Tuvieron tiempo para tomar la decisión. No lo manejaron con inteligencia. Era la segunda vez que tenía que agachar la cabeza, como cuando nos pusimos a disposición y tuvimos que esperar. El mínimo agradecimiento hubiera sido decirnos cómo iban a seguir las cosas”, tiró.Y completó Cavenaghi: “No me sorprende lo que pasó. Tuvimos que luchar ambos para que nos traigan porque desde un primer momento no nos querían traer y nos cerraban las puertas del club. Yo personalmente había rescindido dos contratos. Lo que no esperábamos es que fuera de esta manera”. Lapidarios…Hay amores que matan.