El fin de semana no sirvió ni para aclarar el conflicto ni para apaciguar las aguas. Todo lo contrario. Los metrodelegados del subte, que hoy cumplirán el décimo día de paro y seguirán sin brindar servicio, reiteraron que no acatarán la conciliación obligatoria y cargaron duro contra el Gobierno porteño por la multa millonaria que le aplicaron al gremio: “Criminalizan la protesta”. Además, adelantaron que harán la denuncia por la sanción a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y otros organismos de derechos humanos. La Ciudad no se quedó callada y el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, criticó a los gremialistas porque “es un paro político”, y llamó a la presidenta Cristina Fernández en el conflicto para que se involucre.
Los sindicalistas, igualmente, dijeron que hasta anoche esperaban una “oferta” o un llamado de Metrovías. Y si era viable, podría levantarse la medida. Pero nada de eso sucedió y así ya son diez los días sin servicio.
El paro de subtes, inédito en cantidad de días sin servicio, afecta de forma directa a casi un millón de personas que lo utilizan por día hábil. Pero, claro, trastorna también a miles y miles de porteños que deben buscar alternativas para moverse en una Ciudad que es un caos. La Asociación Gremial de los Trabajadores del Subte y el Premetro (AGTSyP) pide un aumento salarial del 28 por ciento y que la Ciudad se haga cargo de los subtes. Ayer, los metrodelegados reiteraron la huelga por tiempo indeterminado e instaron a Metrovías y a la Ciudad a que los llamen para acordar. “Bajamos al mínimo nuestros reclamos para poder firmar (el acuerdo), pero es evidente que a Macri le conviene este conflicto”, fue duro el delegado de la línea C, Néstor Segovia. Los sindicalistas se mostraron enojados por la multa de $4.900.000 impuesta por el macrismo y el intento de quitarles la personería gremial (no tienen la jurídica, por eso no son reconocidos como la UTA). “Se rechaza la conciliación obligatoria por tratarse de una limitación al derecho de huelga”, explicó el abogado de los trabajadores, Luis Ramírez, durante una conferencia en la sede de la asociación.
Macri volvió a reforzar ayer la idea de que los metrodelegados son un “invento del kirchnerismo” y que el conflicto verdadero es político. Sobre la transferencia del servicio de la órbita de Nación a Ciudad que quedó trunca, explicó que “no voy a tomar un subte que está quebrado, es imposible que la Ciudad lo financie”. Y en relación al paro, se mostró firme al decir que “lo único que podemos hacer es aplicar sanciones”.