Finalmente el kirchnerismo cumplió con su objetivo y ayer por la noche convirtió en ley el proyecto que expropia la ex Ciccone Calcográfica.Fue una jornada extensa y tensa en la Cámara de Diputados, donde nuevamente los cuestionamientos al vicepresidente, Amado Boudou, fueron los protagonistas de una sesión que se extendió por ocho horas. La oposición hizo nuevamente hincapié sobre los supuestos vínculos de Boudou con la imprenta, aunque esta vez también cuestionó al Gobierno por el apuro de convertir en ley la estatización.
El proyecto kirchnerista, que fue aprobado por 145 votos a favor, 77 en contra y sólo 5 abstenciones, declara a la Compañía Sudamericana de Valores (CVS) -actual nombre de Ciccone- de utilidad pública y sujeta a expropiación. Sin embargo, para gran parte del arco opositor el trámite exprés en el Congreso tuvo para el Gobierno un solo objetivo: proteger al vicepresidente en un escándalo que todavía no tiene resolución.
“El peronismo en el Gobierno no se puede encolumnar corporativamente para defender de esta manera a un miembro de la Ucedé, si solamente Boudou fuera el dueño de Ciccone”, aseguró el radical Oscar Aguad, quien se opuso junto a su bloque a la iniciativa oficialista. En la misma línea, y pese a votar a favor de la expropiación, Felipe Sola fue muy crítico y aseguró que “podemos ver las huellas del desastre que hizo el vicepresidente. Cualquier hombre o mujer de bien hubiera dado explicaciones. El se escondió como un cobarde”.Ahora, comenzará un nuevo debate que será conocer quien es el verdadero dueño de Ciccone.