Magui Bravi, quien siempre intentó mantenerse alejada de los escándalos cuidando su bajo perfil (aunque no suele ser fácil en el ambiente), ha crecido mucho en los últimos años, inclusive, antes de que muchos las viéramos brillar en el Bailando 2012. Así que no sorprende que Magdalena haya llegado además de una hermosa chica de tapa, sino la construcción de un rumbo bien definido con mucho esfuerzo. Tan solo tres años atrás, había debutado en los medios posando en la sección modelo no modelo de la revista SH Argentina, incluso antes de ingresar a Soñando por bailar 2, reality que ganó y le permitió formar parte de del show que conduce Marcelo Tinelli que, pese a haber sido subcampeona, la consagró.
Hoy, dos años después, una nueva Magui, todavía más linda y más preparara, vuelve a la revista Soho, en la que deslumbró en una espectacular producción como bailarina clásica. En la publicación, jugó a combinar sus dos armas más fuertes: la danza y la sensualidad.En la entrevista, Magui confesó: "Mi vida dio un giro de 180 grados. Hace tres años yo estaba trabajando como azafata y estudiaba Filosofía. Hoy estoy en el medio, después de dos realities shows seguidos. Y estoy en la calle Corrientes haciendo Nada es imposible en vez de en un avión".
Bravi explicó: "Mi personalidad me enseñó que hay personas con las que te podés pelear y que hay otras que es mejor esquivar. Cuando estoy en la tele, me pongo a la defensiva y estoy con las antenas paradas, porque donde te dormiste, te noquean. Es como en el boxeo: donde festejás un round, ese es el momento en el que terminás en el piso".Después de obtener el subcampeonato en Bailando 2012, Magui volvió a su gran amor desplegando toda su habilidad y conocimientos de danza en la obra teatral, en la que sube a las tabla con un título que dice mucho de ella y de su lucha.
Pequeña y perfecta, se parece a la bailarina de una cajita de música.