“Señores, así no podemos seguir. Quiero que les quede claro que todos van a tener la posibilidad de jugar, nadie me a poder decir que no ha tenido una chance”. Cambio climático, modificación interna que trasciende los límites. Boca es eso: exposición. Todo es noticia. Hasta las operaciones. Jaqueado porque los resultados no parecen pertenecer a su virreinato, Carlos Bianchi, visiblemente enojado después de la derrota como local del último domingo frente a Unión, fue coherente con sus palabras. Mañana, en la Bombonera, frente a Nacional de Montevideo, moverá el tablero. “Es posible que algunos jueguen más que otros, pero todos van a tener un lugar en el equipo. Soy yo el que evaluará quiénes tienen ganas de jugar en Boca y quiénes estarán en el plantel después de junio”, cerró el Virrey, amenazante.
Para mañana, evalúa realizar cinco modificaciones para recibir a Nacional por la Copa Libertadores, con los ingresos de Franco Sosa, Claudio Pérez, Ribair Rodríguez, Juan Manuel Martínez y Lucas Viatri entre los titulares. En relación con el equipo que sufrió el domingo, Bianchi apostaría por los regresos de Sosa por Emiliano Albín, en el lateral derecho, y de Pérez por Matías Caruzzo en la zaga central. Además, Ribair Rodríguez entraría por Erbes en el centro del campo, y Martínez y Viatri regresarían a la titularidad en lugar de Sebastián Palacios y Santiago Silva, respectivamente. Otra alternativa que baraja el Virrey es probar con línea de tres, para intentar solucionar los problemas defensivos, tan recurrentes como desestabilizadores para la estructura azul y amarilla. Tanto que vive bajo alerta meteorológico, en pleno cambio climático.