La Cámara de Seguridad Social comenzó la semana pasada a sortear entre sus tres salas unos 25 mil expedientes que corresponden a apelaciones a fallos de primera instancia que favorecieron a demandas de jubilados. La inmensa mayoría de esas apelaciones fueron hechas por la ANSeS, el organismo que administra el sistema previsional y paga las jubilaciones. Las carpetas llegaron a la Cámara desde los juzgados de primera instancia en Callao y Marcelo T. de Alvear. Esto agravó la situación de colapso en que se encuentra este fuero.
Estos 25 mil expedientes se agregan a otros 30 mil de apelaciones anteriores que no fueron resueltas por las respectivas salas. A esto se añade que en febrero hubo otras 4.886 apelaciones. La acumulación no cesa pese a que desde el 2008, la ANSeS quedó autorizada a no apelar los fallos a favor de los jubilados que fuesen similares al caso Badaro y a desistir de las apelaciones ante la Corte Suprema por las demandas de docentes. En tanto, la cantidad de juicios de jubilados contra el Estado no para de crecer. En febrero ingresaron 8.492 demandas, mientras los jueces dictaron 5.019 sentencias y la ANSeS pagó unos 2.000 casos. Las demoras ocurren por el incumplimiento de la ANSeS a la legislación previsional y de los fallos de la Corte Suprema que cuestionaron el semicongelamiento de los haberes previsionales que hubo entre 2002 y 2006 (caso Badaro).