Con temas varios en la cabeza, recién salidos de la secundaria y comenzando a pisar el umbral de la etapa de adultez, quizá los adolescentes y jóvenes sean los que menos noción tengan de aspectos económicos. La medición del valor para muchos de ellos se percibe con las salidas nocturnas. Y ahí aparecen los boliches, donde los 50 pesos ya no son sinónimo de entrada y tragos o invitación a alguna dama en la barra. No es suficiente. Por eso mismo, para abaratar costos todos buscan alternativas, que no se limitan a las famosas “previas” en las casas particulares para consumir alcohol a un precio más bajo. Ahora, la movida de ingresar a las discos con las llamadas “listas de invitados” es cada vez mayor.
“Son listas que te permiten entrar al boliche gratis hasta cierta hora, generalmente hasta las 2.30 de la madrugada. Los chicos apuestan cada vez más a esto por algo lógico. Hace unos años, si no pasabas gratis no te preocupabas. Pagabas la entrada y listo. Hoy, antes de desprenderte de 60 ó 70 pesos lo pensás dos veces y preferís entrar un poco antes”, cuenta Adrián Martínez, relaciones públicas del boliche Kravi, en Caballito. Ese lugar, hay noches que tiene casi el 50 por ciento de gente que ingresa por invitación, de un total de unas 1.300 ó 1.400 personas. Unos tres años antes, entraban por lista menos de la mitad que ahora, admiten. “Desde hace mucho tiempo nos manejamos con invitados, más que nada con los que vienen a festejar cumpleaños. Es cierto que ahora tenemos más por listas, aunque la mayoría, como siempre, ingresa tarde a los boliches”, apunta Matías Tortora, del local bailable Honduras, en Palermo. Allí, entre un 30 y 40% entra sin pagar.
En promedio, la entrada para ir a bailar cuesta entre 60 y 100 pesos, dejando de lado boliches “vip” de la noche porteña, donde hay que desprenderse de más billetes. Adentro, los tragos se consiguen a partir de los 40 pesos. A eso hay que agregarle que, a la par de otros rubros, las discos ajustan los precios entre un 20 y 35 por ciento por año, según los empresarios del sector. “Nosotros comenzamos el año con un aumento de $10. Los hombres ahora pagan $60 y las damas $50”, reconoce Gonzalo Primo, de Kravi, y atribuye el aumento a la suba de los costos de las bebidas. En Honduras, “actualizan” cada unos seis meses. “Lo primero que nos fijamos antes de ir a un lugar es si tiene lista o promociones como 2×1 en las barras. Si no, se hace imposible. Si sos hombre y tomás alcohol, no gastás menos de $150 ó $200 por noche. Si salís viernes y sábado, estás muerto”, bromea Mariano Lenga, de 23 años.