Por Caludio Presman , Lagislador de la Ciudad
Hace unos días tuve el privilegio de participar en la entrega de diploma de honor al Sr. Borowicz, un reconocimiento a su invalorable aporte a la memoria de la Shoá. Moises nació en febrero de 1927 en Polonia y llegó a Buenos Aires en 1947. En el país, logra formar una familia: hoy tiene tres hijos y nueve nietos. El reconocimiento se realizó en el salón San Martín de la Legislatura porteña y contó con la participación del diputado Daniel Lipovetzky del PRO; Graciela Jinich, directora del Museo del Holocausto; Daniel Israelit, coordinador de grupos de sobrevivientes en la Fundación Memoria del Holocausto y Sergio Jorge Pikholtz, Fundador del Centro Hebreo IONA. En ese contexto, Moisés contó su historia de vida, la persecución nazi y cómo logro sortear todos los obstáculos en su vida joven.
En 1997 realizó su primer relato para la "Fundación Historia Visual de los Sobrevivientes del Holocausto" entidad internacional destinada a filmar testimonios de supervivientes de la Shoa. Su palabra, junto a la de otros sobrevivientes, ayudó en el proceso de superar el sufrimiento que causan los prejuicios, la intolerancia y el fanatismo. Desde entonces viene desarrollando acciones con el fin de honrar, con la memoria y la transmisión de la historia, a las víctimas del Holocausto. Su determinación por seguir dando a luz aquellas atrocidades sufridas por su familia, por él y por todo el pueblo judío, no ha disminuido.
A través de su trabajo estrechamente vinculado al Museo del Holocausto de la Ciudad de Buenos Aires y otras instituciones, en especial educativas, más las diversas entrevistas que ha brindado para medios periodísticos nacionales y extranjeros, dedica su tiempo a fomentar el respeto por el otro, dando testimonio sobre los peligros del racismo y de las ideologías que llevaron a la perpetración de crímenes de lesa humanidad Moisés lleva adelante una destacada labor de difusión y concientización a favor de los Derechos Humanos, trascendiendo las fronteras de nuestro país. En su libro La Profecía Del Criminal. Historia de un Sobreviviente del Holocausto y de un linaje devastado, da un detallado testimonio, de cómo logró sobrevivir a cinco campos de concentración y dos de exterminio mientras su familia era asesinada.
Sin dudas, Moisés es un ejemplo de vida. Una personalidad destacada de los Derechos Humanos.
RECONOCIMIENTO A DAVID GALANTE POR SU INVALORABLE APORTE A LA MEMORIA DE LA SHOÁ
David también recibió su diploma de honor que destaca el valioso aporte a la promoción y defensa de los Derechos Humanos. Es Miembro de la Fundación Memoria del Holocausto de la Ciudad de Buenos Aires. Es en ese ámbito donde lleva adelante una valiosa tarea, dando testimonio las veces que sean necesarias para que el mundo entero conozca cómo fueron aquellos días tristes que vivió la humanidad.
Su vida transcurrió en silencio hasta después del año 1993, hito de creación de la Fundación del Museo del Holocausto de la Ciudad de Buenos Aires. Este hecho, en parte, lo animaría -como a tantos otros- a correr el velo por semejante ultraje sufrido. El incomprensible sentimiento de culpabilidad de haber sobrevivido daba paso al imperativo de transmitir a los más jóvenes el horror sufrido. La premisa: contar todo lo vivido para que hechos aberrantes como la Shoá no vuelvan a existir.
Desde entonces, y con un sinnúmero de charlas y conferencias en su haber, David recorre universidades, colegios, iglesias y legislaturas de Argentina y del mundo, contando su experiencia de vida ante miles de personas. En su libro Un día más de vida narra su odisea, relatando las vivencias de su infancia en la paradisíaca isla de Rodas y desde donde fue deportado al infierno helado de Auschwitz con sus padres y hermanos. En este libro se plantea una mirada reveladora sobre esos acontecimientos proponiendo nuevos interrogantes. Testigo presencial del laboratorio humano del Dr. Menguele, David Galante estuvo en los crematorios de Birkenau, asistió al exterminio de miles de judíos en las cámaras de gas, presenció la llegada de los soldados del ejército rojo “como ángeles en la nieve”, participó de la caída de Breslau (último bastión del ejército nazi) y recaló finalmente en Buenos Aires luego de un extenso periplo por una Europa de posguerra desolada.
Relata David: “Desde el momento que llegué a la Argentina di una vuelta de hoja, no quise saber más nada de lo que me había pasado. Quería rehacer mi vida”. Fue en el casamiento de un amigo en común, años después, donde conoció a Raquel con quien se casó y con quien tuvo dos hijos: Sandra y Ezequiel, quién también le regaló dos nietos que viven en Israel: Daniel y Yamit. Todos ellos son los responsables para que él haya podido salir adelante y disfrutar de los afectos y de la vida. Galante pronuncia en sus tantos discursos: "… y esa inconfundible voz de los moribundos que retumba en mis oídos, me hace recordar una vez más que estoy vivo para contarles lo que vi. Lo que estos ojos vieron nunca lo podrán olvidar."
David Galante es un ejemplo de lucha por la libertad y es merecedor del reconocimiento como Personalidad Destacada de los Derechos Humanos de la Ciudad de Buenos Aires.
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