El fútbol tiene estas cosas. Este puñado de cinco palabras, utilizado con frecuencia por aquellos que se desviven por el deporte más popular del mundo y por otros que simplemente sacan chapa de opinólogos, también salió de la boca de Ramón Díaz en la semana previa al duelo más atractivo del fin de semana. Paradójicamente, River e Independiente debían cruzarse, a tres fechas del final del campeonato, con objetivos bien distintos. Transitando por la misma ruta, pero a contramano. Por un carril, los hombres del club de Núñez tenían la obligación de ganar en su casa para mantener intacta la ilusión de pelear por el título. Por el otro, el ejército encabezado por Brindisi venía de recibir otros dos duros cachetazos, de Quilmes y de San Martín de San Juan, victoriosos en la noche del sábado, y estaba forzado a llevarse los tres puntos para Avellaneda. Sin embargo, la batalla se le hizo cuesta arriba. El infierno de Independiente se trasladó al Monumental, donde River lo dejó en jaque después de superarlo por 2-1. Un resultado que le sirvió al elenco del riojano para meterle presión a Newell’s y a Lanús y darle un empujoncito más al Rojo hacia el abismo, dejándolo al borde del descenso.
Independiente salió a buscar el triunfo de entrada y casi lo encuentra a los 19 minutos. Hernán Fredes apareció sólo en el área rival, pero su pobre cabezazo derivó a las manos de Marcelo Barovero. En la jugada siguiente, el mediocampista volvió a fallar -esta vez en su campo- y el juvenil tridente ofensivo de River no perdonó. Gabriel Funes Mori jugó para Lanzini y, tras un rebote fortuito en un pie del Mellizo, la pelota le cayó a Iturbe, que definió ante Diego Rodríguez. Uno a cero y una condena que tomó peso en el complemento. Ni las chances de gol ni los cambios de Brindisi jugaron a favor del Rojo y, para colmo, De contra, Lanzini metió el 2-0 tras una buena asistencia de Iturbe. River apretó el freno y se complicó sobre el final, pero el descuento de Rolfi Montenegro apenas le puso un poco de suspenso al final del partido. River no afloja y ahora la presión está en Rosario y en el Sur del GBA. Alegría Monumental.