El día después siempre suele ser más duro. El domingo nublado, frío y lluvioso ni siquiera le hizo un mimo a los que el sábado por la tarde sufrieron el descenso de Independiente. Para aplaudir de pie a los que lo padecieron desde la cancha, demostrando una actitud impensada, teniendo en cuenta la actualidad del fútbol argentino, en la que la violencia le saca cada vez más protagonismo a la pelota. Aún es temprano para que el mundo Rojo deje atrás los errores, los reproches, las culpas y tantos eslabones que encadenaron el triste desenlace de un Diablo que alcanzó el infierno por primera vez en su historia. Sin embargo, y a pesar de no ser encantador, el show debe continuar. Independiente jugará la B Nacional, un torneo que presentará estructura a partir de la temporada 2013/14, ya que serán 22 equipos los que competirán por los tres ascensos a Primera y los que buscarán evitar los ¡cuatro descensos! El objetivo será volver rápido, pero en el trayecto habrá más de un obstáculo.
Lo que te espera, Rojo…
Equipo que desciende, paga. O, mejor dicho, cobra menos. Independiente recibirá menos ingresos por jugar en la segunda categoría (de los casi 29 millones de pesos que recibía de la TV por temporada, pasaría a recaudar 3,5), aunque tendría un plus, al igual que le pasó a River. ¿Otra contra? La cantidad de fechas (42, jugándose dos ruedas de 21 partidos), sumándose los kilómetros que recorrerá por el interior del país, con todo lo que eso implica. Asimismo, se cruzará con rivales desconocidos y se topará con dos que prometen: el Banfield de Matías Almeyda y el Huracán del Turco Mohamed. Los cambios no terminan ahí. Además de reorganizar el club desde el escritorio (¿qué pasará con Javier Cantero?), el plantel sufrirá una limpieza a fondo. La lista de los candidatos a irse es larga: Ernesto Farías, Luciano Leguizamón, Roberto Battión, Osmar Ferreyra, Hilario Navarro, Gabriel Vallés, Eduardo Tuzzio y Jonathan Santana. Los altos contratos de Fabián Vargas, Cristian Tula y Claudio Morel Rodríguez complican su continuidad, además de que no estarían dispuestos a jugar en el ascenso. En tanto, los vínculos con Adrián Gabbarini, Leonel Galeano y Fernando Godoy se terminan al final del torneo. Los soldados firmes, por ahora, son Miguel Brindisi y Rolfi Montenegro (su contrato es hasta 2014).