Luego de alcanzar las semifinales de Wimbledon y de recuperarse de un esguince en la rodilla derecha, Juan Martín del Potro empezó con una (doble) sonrisa la gira de cemento, la etapa del año que más le agrada y que culmina con el US Open. Por su condición de preclasificado, el tandilense debutó directamente en la segunda ronda del ATP 500 de Washington y allí derrotó en la tarde de ayer al local Ryan Harrison por 6-1 y 7-5. El mismo jueves por la noche, Delpo fue por más y se clasificó a los cuartos de final tras vencer al australiano Bernard Tomic (40°) por 6-3 y 6-3, en una hora y nueve minutos de juego. Hoy buscará un lugar en semifinales ante el sudafricano Kevin Anderson, que derrotó al estadounidense Mardy Fish por 7-6 (7-2) y 6-1.
El partido ante Harrison se debería haber disputado el miércoles, pero fue postergado por lluvia. Afortunadamente, el siete del mundo sólo había necesitado una hora y diez minutos para doblegar al estadounidense, por lo que no tuvo tanto desgaste. El bonaerense, campeón de este certamen en 2008 y 2009, intenta recobrar su mejor versión con vistas a los próximos desafíos. Se vienen los Masters 1000 de Montreal y Cincinatti y, tras un torneo de menos exigencia como el ATP 250 de Winston Salem, será el turno del último Grand Slam del año, allí donde cumplió sus sueños. Por ahora, arrancó con el pie derecho.