Villa Urquiza lucirá renovado y a puro color, las pinceladas creativas de los artistas dejarán su huella en los edificios del barrio como parte de un récord muy particular: ser el primer Distrito de Arte Urbano. Sin dudas, uno de los mayores exponentes de la iniciativa y de una tendencia que se afianza en la Ciudad, será el mural gigante de Martín Ron, una super obra de 412 m2, empezada el 16 de julio y terminada ayer, en la plaza de Holmberg y Pedro Rivera. Necesitó 62 litros de pintura y una grúa. Surrealista, mauestra un chico que cae en un ensueño, sentado en su skate. La fantasía estalla en el muro. Sobre otro skate gigante, la escultura de un niño desnudo escucha a un papagayo a través de la bocina de un fonógrafo. Un hombre es arrastrado de los pelos por una avioneta. Y una mano emerge y parece alimentar a una abeja, al lado de un disco de vinilo.
La idea fue de Matt Fox-Tucker, un periodista inglés que fundó Buenos Aires Street Art para guiar recorridos a la caza de grafitis en Colegiales, Palermo, Saavedra y, claro, Villa Urquiza. “Esta era una zona de baldíos, por las demoliciones que se hicieron durante la dictadura para hacer la AU 3. Con su onda marginal, siempre fue buscada por los grafiteros”, cuenta. En 2007, el artista italiano Blu pintó en Holmberg y Rivera un bebé dentro del cual se transparentan escenas fabriles. Fue en un baldío, que en 2012 fue transformado por el Gobierno porteño en una plaza con esculturas de Clorindo Testa. Cruzando Rivera, hizo una plaza gemela. “Eso me dio la idea de plasmar otro mural fantástico, para convertir al lugar en uno de los mejores para ver arte callejero”, recuerda Fox-Tucker.
Para hacerlo convocó a Martín Ron, conocido por su obra en los muros de la localidad de Caseros, la imagen de Tévez que pintó en Fuerte Apache, o por los ídolos populares que retrató en uno de los nuevos vagones del subte A. “Pinto escenas fantásticas que conviven con la calle. Uso la ilusión óptica del hiperrealismo, con figuras en 3D, para que parezca que se salen de la pared. En este caso, el skate gigante sostiene situaciones relacionadas con la música. El chico sentado es la parte realista. E incluí a tres personajes que existen: mi amigo Gabriel Dotta, el “Chaqueño”; el DJ es Leonardo Caruso, del CGP Comunal 12, y hay una imagen de Clorindo Testa, como homenaje”, explica. Ayer, los vecinos se acercaron para verlo trabajar. “Han recuperado esta pared, que era bastante fea. Así se mejora el barrio”, comentó Horacio. “Ya tenemos permiso para pintar las persianas de varios locales de la zona, otro edificio y una casa”, se entusiasmó Fox-Tucker. Por último, sin mucha parcimonia, declaró a Villa Urquiza “Primer Distrito de Arte Urbano de la Ciudad”.