Fueron vapuleados por una auditoría internacional que detalló que tenían un sistema de funcionamiento “primitivo” y que eran “inseguros”. Sin embargo, lo que nadie cuestionaba era que formaban parte del patrimonio cultural de la Ciudad. Los antiguos vagones de madera de la línea A de subte, que fueron quitados de circulación a principios de este año y reemplazados por modernas formaciones chinas (ver recuadro), podrán volver a ser disfrutados por los porteños y los extranjeros. La empresa estatal Subterráneos Buenos Aires (SBASE) informó que se comenzará con la restauración de ocho coches para que vuelvan a hacer el recorrido de la línea A, pero sólo como un paseo turístico, fuera del horario de servicio y durante los fines de semana.
Las autoridades porteñas presentaron los detalles de los arreglos programados ante la Sociedad Central de Arquitectos. Allí, explicaron que siete de los ocho coches fueron construidos por la compañía belga La Brugeoise hace 100 años; el restante fue elaborado en Inglaterra. No será sencillo restaurar las unidades. Es que las piezas de madera, muchas de ellas grafiteadas con aerosol, deberán ser sometidas a un tratamiento especial de limpieza. También habrá modificaciones en las ventanas, en las luminarias, en los pisos y en los interiores.
Luego de que la Ciudad anunciara que se reemplazarían las formaciones de la línea A, los viejos vagones estuvieron involucrados en una disputa. Vecinos y varios legisladores pidieron que se los protegiera. Además de la posibilidad de utilizarlos para hacer viajes turísticos, se había analizado la opción de que fueran trasladados a museos. Encima, una declaración del jefe de gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, trajo más polémica. En tono jocoso, dijo que los trenes de madera podían ser usados para un “asado”. Así, intervino la jueza porteña Elena Liberatori y ordenó su mantenimiento.