(Carolina Duek – Doctora en Ciencias Sociales. Autora de "Infancias entre Pantallas") La relación de los chicos con las nuevas tecnologías y los dispositivos electrónicos disponibles (desde celulares hasta consolas de juego) es, para empezar, similar a la que tienen los adultos con ellas. Quiero decir, una de las claves para entender la relación de los niños y niñas con la tecnología es pensar que ésta es una continuidad de la que ellos observan y conviven. Siempre identifico una enorme preocupación de los padres respecto de la relación de sus hijos con la computadora y demás dispositivos, pero la pregunta que no suele hacerse es ¿cuál es la relación que los padres de esos chicos tienen con la tecnología? Con esta pregunta estamos ampliando el campo de análisis.
Ahora bien, encuentro con fre- cuencia una preocupación por la temprana iniciación de los chicos con los dispositivos electrónicos pero, a la vez, cada vez más tempranamente y por motivos que incluyen desde la seguridad hasta el control paterno, los padres les compran, prestan y comparten su celular, computadora, tabletas y reproductores de música. En sí mismo, eso no es un problema. Lo que sí me parece problemático es cuando ese "compartir" está relacionado con que los chicos nos dejen hacer algo solos. Sentarse con ellos a jugar, a usar algún juego del celular o de consola, modifica ese momento de juego y lo transforma en un espacio compartido que adquiere otro sentido. Usar la tecnología "para sacarse de encima a los chicos" es la contracara de la preocupación. Hay que sentarse, compartir, perder el tiempo con los chicos y ayudarlos a construir una relación con la tecnología en la que no estén solos, sino que puedan construirla con un adulto cerca.