Dos potencias se saludaron ayer en el Vaticano. El papa Francisco recibió ayer durante la audiencia general a Sergio Martínez, en el que fue el primer encuentro entre la máxima autoridad de la iglesia y un boxeador luego de 31 años. La última visita de una estrella del deporte de los guantes a la Santa Sede se había producido en junio de 1982, cuando Muhammad Ali visitó a Juan Pablo II. Maravilla, actual campeón de los medianos del Consejo Mundial de Boxeo, mantuvo una breve charla con Francisco, en la que dialogaron sobre bullying y violencia doméstica. Es que Martínez participa en campañas que abordan ambas problemáticas sociales. El quilmeño aprovechó el encuentro para entregarle como presente al Sumo Pontífice un cinturón de campeón del mundo del CMB en el que figuraban las fotos del Papa y la bandera de El Vaticano a un lado y la del escudo de Argentina y la del púgil al otro. Maravilla, quien se declaró católico, es el primer campeón del mundo con el título vigente que es recibido por el papa argentino.