Como si se tratara de un “Buscando a Wally” más artístico, un cuadro de Pablo Picasso también tiene un hombre oculto. Es una de las primeras obras maestras del genial español, la cual, como acaban de descubrir científicos estadounidenses, fue pintada sobre el retrato de un hombre.
Por años, los expertos sospecharon que había algo bajo la superficie de la obra de 1901. Las pinceladas no coinciden con la composición de una mujer bañándose en el estudio de Picasso. Un curador lo hizo notar en una carta de 1954, pero recién en los noventa una radiografía del cuadro reveló una imagen borrosa bajo la pintura. Sin embargo, no era claro que fuera un retrato.
Ahora que los investigadores de la Colección Phillips, la Galería de Arte Nacional, la Universidad de Cornell y el Museo Winterthur saben que lo que hay escondido es un hombre, se preguntan: ¿quién es? Una posibilidad es que se trate del mercader de arte Ambroise Vollard, que presentó la primera muestra de Picasso. Pero no hay documentación ni pistas en el lienzo.
Lo que sí se sabe es el porqué de este “fantasma” en el cuadro. “Cuando él tenía una idea, tenía que sentarse y llevarla a cabo. No podía darse el lujo de comprar lienzos nuevos cada vez que tenía una idea”, contó la curadora de Phillips, Susan Behrends Frank. Una cuestión más terrenal que esotérica, entonces.