En Italia 90, fueron las manos de Goycochea. Hoy, las de Sergio Romero. Más de 24 años después, la historia se repite. Otra vez tras una sufrida semifinal, Argentina vuelve a la final de un Mundial. Y otra vez Alemania será el rival en la gran definición del próximo domingo en el mítico Maracaná de Río de Janeiro.Luego un 0-0 trabado, con pocas situaciones de gol, el quipo de Alejandro Sabella se impuso 4-2 en los penales, con una notable tarde-noche de Romero, que tapó los disparos de Vlaar y Sneijder.

Maxi Rodríguez, con un dramático remate tocado por el arquero Jasper Cillessen y que dio en el travesaño antes de entrar, se encargó de liquidar la serie, en la que tampoco fallaron Messi, Garay y Agüero.Antes, tanto en los 90 minutos reglamentarios como en el alargue, prevaleció la cautela. Holanda estuvo lejos de ser el equipo vistoso y vertical que lució en partidos anteriores y el sistema táctico nacional anuló al peligroso trío conformado por Wesley Sneijder, Robin van Persie y Arjen Robben.Por el lado argentino, Messi también estuvo bien controlado, con marca doble y –por momentos- hasta triple. Pero la Pulga –al igual que ante Bélgica-  fue indispensable a la hora de desequilibrar, recuperar pelotas, sortear rivales, asistir y generar inquietud con su simple presencia. También tuvo su oportunidad con un tiro libre en el borde del área bien retenido por el arquero Cillessen.

De Holanda, lo más peligroso en la primera mitad fue un remate de Sneijder bastante desviado. Argentina, en tanto, respondió con un cabezazo de Garay por encima del travesaño.Con el correr de los minutos, la selección comenzó a dominar el juego, siempre de espectacular Javier Mascherano, determinante en todos los sectores del campo. El volante central fue clave en la recuperación, pero también fue una constante rueda de auxilio en defensa.En el complemento, los dos equipos buscaron salir de contragolpe. Una carrera de Robben fue frenada por la defensa Argentina, mientras que Cillessen salió a cortar a Messi y Vlaar se ocupó de evitar un cabezazo de Higuaín al arco tras un desborde de Lavezzi. Otra vez Higuaín tuvo el gol en sus pies, al tocar con la punta del botín un centro desde la derecha que terminó dando en la parte externa de la red.

Hasta ese entonces, Holanda no había mostrado prácticamente nada. Pero de forma injusta, tuvo la oportunidad de llevarse la clasificación en el último de los 90 minutos: Robben armó una pared con Sneijder y, mano a mano con Romero, apareció Mascherano para bloquear el remate del delantero del Bayern Munich.Antes, Sabella intentó revitalizar, aunque sin éxito, el ataque con los ingresos a los 81′ de los delanteros Sergio Agüero y Rodrigo Palacio por Higuaín y Pérez, y en tiempo suplementario el volante Maxi Rodríguez reemplazó a Lavezzi, para no despoblar el mediocampo.

El tiempo suplementario comenzó con un monólogo holandés, en el que un Robben imparable encontró espacios por dónde entrar para crear riesgos, hasta que volvió a despertar Argentina con un cabezazo de Palacio y un remate de Maxi Rodríguez.Así se fueron los 120 minutos y llegaron los panelas, donde Romero se haría gigante y Argentina sellaría su pasaje a la final después de tanta espera y tanto sufrimiento.