Se realizó e la tarde de ayer  en el salón Dorado de la Legislatura porteña la entrega del diploma que distingue al músico y compositor Mario Rubén González, conocido artísticamente como Jairo. La iniciativa de reconocerlo fue propuesta por el diputado Oscar Moscariello y sancionada el 3 de octubre de 2013 por el Cuerpo parlamentario.Moscariello destacó que «la Legislatura decidió por unanimidad que Jairo sea Personalidad Destacada de la Cultura y así distinguir a alguien admirado, respetado y sobre todo querido. Jairo ha trascendido las fronteras y es un artista fantástico de esos que a uno lo conmueven». «Ha logrado muchas cosas como artista y también como ser humano», agregó el legislador.

El autor de grandes éxitos musicales estuvo acompañado por los Ciudadanos Ilustres de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Luis Landriscina y Víctor Heredia. «El título que le entregan es una reconfirmación de lo que es Jairo. Me gusta de él que sea tan sencillo, tan importante y de bajo perfil. Se merece esto y mucho más porque es el mejor cantor que tiene la Argentina», sostuvo Landriscina. Por su parte, Heredia resaltó que «mi predilecto en el canto, que afina como ninguno y le pone emoción, es Jairo. Su voz va a quedar igual que la de Mercedes Sosa, inolvidable».A lo largo de su carrera interpretó más de 500 canciones en castellano, francés e italiano, grabó discos temáticos y también, junto a un grande como Astor Piazzolla, entre otros, compuso varias canciones.

Jairo agradeció «este mimo al alma» que le hizo la Legislatura porteña y expresó: «Esto es un reconocimiento al esfuerzo y a muchos años de trabajo. Cantar es un placer muy grande, es una diversión y algunos de los aspectos más importantes con los que podemos disfrutar de la vida». El músico también recordó su paso por la ciudad y destacó que «Buenos Aires es una extraordinaria ciudad que es reconocida en el mundo por muchas cosas, entre otras por su actividad cultural. Mis padres estuvieron convencidos de lo que yo quería hacer al venir a la ciudad, y de ellos destaco la confianza que tuvieron en mí».

«En mi vuelta a Buenos Aires quería saber si era capaz de lograr todo lo que conseguí afuera. Quería tener un reconocimiento genuino en Argentina», finalizó, para luego tomar su guitarra y cantar «Milonga del Trovador» y «Mon Frère», en francés.

Foto : Vista del salón Dorado de la Legislatura porteña durante el reconocimiento