A bajar las luces. Según especialistas del Museo Van Gogh de Amsterdam, la iluminación que se usa en sus salas para los lienzos del pintor holandés empezó a desteñirlos. Concretamente, transformó en azul el violeta original de la obra “Campo de lirios en Arlés” y amenaza con alterar el resto de la colección.

“Con ayuda del microscopio se observó que el pigmento rojo de los lirios fue desapareciendo por culpa de la exposición a la luz”, aseguró Ella Hendriks, restauradora principal del centro, al diario español El País.Las luces ya fueron atenuadas, no sólo para proteger los cuadros de Van Gogh, sino también obras de otros pintores, en particular impresionistas, que también usaron pinturas sintéticas. La remodelación incluye el cambio de tonalidad actual gris verdosa por paredes blancas, tono que precisa menos luz eléctrica para admirar las obras.