Se sumaron nuevos jóvenes al Cuerpo de Agentes de Control de Tránsito de la Ciudad, que cuenta ya con un total de 1172 efectivos en calle.“Estos nuevos agentes que se suman al compromiso de ordenar las calles de la Ciudad, se ponen al servicio de todos los que nos movemos por Buenos Aires. Reforzamos así el ordenamiento y la prevención para mejorar la seguridad vial, con controles eficientes y agentes especialmente capacitados para transmitir con su trabajo una nueva cultura del tránsito basada en el respeto.” Guillermo Dietrich – Subsecretario del Gobierno de la Ciudad.
En el año 2014 incorporamos 371 nuevos agentes, y para el 2015 proyectamos la incorporación de 400 agentes.
Los nuevos ingresantes fueron seleccionados a través de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) quien recluta y selecciona en base a los requisitos solicitados. Luego de 45 días de capacitación intensiva, pueden hoy iniciar su actividad en la vía pública. La capacitación tanto teórica como práctica comprende una formación en 5 áreas temáticas incluyendo 20 materias distintas. Entre otros, los agentes reciben conocimientos sobre:
Controles de alcoholemia
Concientización y Prevención
Tránsito público
Régimen de faltas
Controles electrónicos
Además, 21 de los nuevos agentes recibieron una capacitación especial para ejercer controles en moto.
Controles en vía pública:
Los agentes realizan controles diarios sobre el uso del cinturón de seguridad, sobre el uso del casco de motociclistas, estacionamiento indebido, el uso del celular a la hora de manejar y la violación de la luz roja, entre otras.
Alcoholemia: controles y prevención
El Cuerpo tiene también a su cargo los controles de alcoholemia, operativos los 365 días del año. De enero a noviembre de 2014 realizaron 219.289 controles en vía pública, de los cuales sólo el 0.8% dio positivo.Más de 3500 alumnos de secundarios públicos y privados recibieron el taller: “COPATE CON LAS LLAVES. Si vas a tomar alcohol dejá que maneje otro”. Dictados por los propios agentes, estos talleres buscan estimular en los chicos una iniciación responsable en su rol de conductores haciendo hincapié en la incompatibilidad del manejo y el alcohol.