Isla Flotante (Av. Pedro de Mendoza 1561) es hoy un espacio reciclado del que sin embargo se conserva algo del viejo galpón donde se clasificaba basura que supo ser antes de convertirse en una galería de arte. Un depósito ajado que hoy luce distinto porque sus paredes fueron arregladas, iluminadas, por un grupo de artistas amigos de los mentores del lugar: Leopol Mones Cazón y Nani Lamarque. Este, que es un proyecto autogestionado, tiene una vista privilegiada de La Boca mítica.
Es que justo al abrir la puerta puede verse a pocos metros, el puente de hierro sobre el Riachuelo. Allí hasta el 14 de enero estará la muestra Las cosas amantes, de Ariadna Pastorni y Mariela Scafati. Da la bienvenida a la sala un lienzo con una gigantografía que muestra una foto panorámica de un country de Tigre. Casi sin quererlo esta obra interactúa por contraste con el paisaje del barrio desde el azul de los lagos artificiales y los colores pastel de las lujosas casas con el gris del Riachuelo y los colores saturados de La Boca.
Pastorini colocó una escalera para subir y asomarse por ese muro blando hacia otra parte de su muestra. Pueden verse del otro lado esculturas de tela colgadas desde el techo: abombadas, arrugadas, embolsadas; de colores fuertes y texturas diversas. Así, aterciopeladas y brillantes; ásperas y suaves; de lamé, chifón; de rasos de fantasía, funcionan como un laberinto de color y luces para quien camine entre ellas.
Por su parte, Scafati juega con la técnica de nudos del bondage, una práctica sadomasoquista que consiste en atar al amante con sofisticados nudos para provocarle un dolor y sumisión que forman parte del placer. Pero en lugar de cuerpos, trabaja con bastidores de pinturas a los que previamente aplicó color. Todo es blanco, rosa y marrón. Algunos cuadros están vestidos, con saquitos o “con la pollerita rosa que usé para mis 15”, dice Scafati. Los bastidores están articulados como si fueran muñecas, y suspendidos en el aire.
María Moreno escribe para esta muestra: “Esos caballetes sostenidos, asegurados por los bordes y la repetición de los ajustes en sus cuatro costados son también el continuum de la obra de arte que la convención quiere limitada a su exhibición. El embalaje, el viaje al museo o la colección privada, el rearmado in situ, la especificidad de ese sin situ, a no son accesorios.” Es la segunda muestra que se exhibe en Isla Flotante y se puede visitar jueves viernes y sábados de 14 a 18. O, dicen los dueños, por cita en cualquier momento.