El señor nos primerea siempre, porque Él es el Señor de las sorpresas, leyó el juez porteño y titular de la Cumbre a nivel global, Andrés Gallardo, en el comienzo del encuentro. Las líneas pertenecían a un texto enviado especialmente por el Papa Francisco, quien acompaña con especial interés el proceso de encuentro de este núcleo de jueces y juezas que anoche participaron del lanzamiento local de la Cumbre. El magistrado contó que la iniciativa empezó hace casi dos años a partir de la prédica de Francisco. Lo que él estaba diciendo básicamente a través de la encíclica Laudato Si, confesó sobre el documento de 2015 que centra su mirada sobre los derechos sociales y el respeto a los recursos naturales. Dijo además que creía que su discurso es una gran guía.
Luego detalló algunos de los pasos que tendrá por delante la organización. Vamos a sesionar en el mes de noviembre en la ciudad de Porto Alegre, en Brasil. Y en el mes de diciembre, en Perú. Posteriormente, será el turno de realizar un encuentro de jueces en marzo en la ciudad de Puerto Iguazú, Misiones, relató ante un salón Rojo colmado de público.El juez eligió parafrasear al escritor Jorge Luis Borges por aquello de No nos une el amor, sino el espanto. Al respecto, señaló que este agrupamiento quebró el pensamiento borgeano, porque nos une el amor y el espanto.
Indicó que amar al pueblo, respetar a la naturaleza y amar a la tierra, son cuestiones básicas en la construcción de coincidencias. Y pidió que los jueces tengan un oído en el pueblo, y un oído en la ley y la Constitución. También habló de los espantos, y alertó acerca del descarte de las personas. Nos espantan aquellos que se burlan de las voluntades de los pueblos. Nos espanta la xenofobia, nos espanta el fascismo, nos espanta el odio al inmigrante, enumeró.
Francisco nos convocó para que repensemos el derecho. No tenemos que confundir un papel, un expediente, de la persona que está detrás, remarcó Gallardo. En el cierre, y a la hora de caracterizar a Bergoglio, dijo que es el referente más lúcido, sin ninguna connotación religiosa, que tiene hoy el mundo en cuánto a la caracterización del escenario mundial, a los peligros que tenemos y al derrotero que va a seguir la humanidad sino se le pone un freno a esta situación.
Tras las palabras del magistrado porteño, habló el canciller de la Pontificia Academia de las Ciencias, Monseñor Marcelo Sánchez Sorondo, para luego dar paso a quien brindó las palabras de cierre, el titular de la Sala I de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y Tributario y coordinador del Capítulo Argentino de la Cumbre, Carlos Balbín.No nos interesa convocar a los jueces, según sus ideas o sus afinidades políticas, sino básicamente por el hecho de compartir todos nosotros- la necesidad de erradicar la pobreza y crear un modelo más igualitario, subrayó.
El titular del Capítulo Argentino argumentó que no creía que los jueces deban atarse únicamente a la ley, sino que deban apelar a una escala de valores, en pos de la igualdad. En ese sentido, advirtió: Creemos que debemos desarrollar una justicia con mayor creatividad para dar respuesta a los nuevos desafíos que generan el crecimiento de la exclusión y la pobreza. Agregó que las tres consecuencias de la exclusión son la desigualdad en los recursos, la desigualdad vital, y la desigualdad existencial, es decir el desconocimiento de la dignidad del otro.
Del mismo modo alertó sobre ciertos sectores de la dirigencia que tienen una incapacidad para ver al otro, al que es distinto, al que está excluido. La pobreza no es una cuestión meramente económica, no es simplemente ver como se distribuyen los recursos, dijo. No es posible construir derechos sociales sin pensar en los derechos económicos, porque lo que estamos discutiendo es si las reglas las pone el Estado o las impone el mercado, afirmó mientras asentía Sánchez Sorondo, sentado a su derecha.
Entre los muchos asistentes, se encontraba el consejero porteño y juez Darío Reynoso, y sus colegas del fuero Contencioso Administrativo y Tributario, Elena Liberatori, Cecilia Mólica Lourido, Alejandra Petrella, y Pablo Mántaras. En la primera fila, estaban el exintegrante de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Raúl Zaffaroni; y el Asesor Tutelar e integrante del Comité Internacional, Gustavo Moreno. Detrás de ellos, se ubicó el vicerrector de la UBA y consejero de la Magistratura nacional, Juan Pablo Mas Vélez. También quien se sumó sobre el final de las exposiciones fue el titular del Ministerio Público de la Defensa porteño, Horacio Corti.-