Los efectivos porteños, que se encontraban realizando tareas de control poblacional en el marco de la cuarentena obligatoria decretada por el Gobierno Nacional por la pandemia del Covid-19, descendieron del móvil en la calle Cachi al 400, ya que dos mujeres denunciaron que en el interior de una vivienda, el hombre dueño de la casa estaba abusando de una amiga de ellas, una mejor de 16 años. Momentos después, salió del domicilio un individuo de 40 años de nacionalidad boliviana y tras él la víctima. El sospechoso se defendió diciendo que la había dejado ingresar para que la joven se bañara, ya que la chica vive en situación de calle.

Por su parte, la damnificada confesó que desde hace tres años que conocía al imputado, con el que mantenía relaciones sexuales a cambio de dinero. El Juzgado Criminal y Correccional Número 8, ante la Secretaría Número 127, solicitó que diera intervención la Brigada de Víctimas de Violencia Sexual y el Consejo de los Niños, Niñas y Adolescentes y el Área de Protección Familiar de la Comuna 4 para brindarle contención a la damnificada.Además, se ordenó la detención del hombre y su traslado a la comisaría de la zona. En el lugar quedaron oficiales de consigna a la espera de un posible allanamiento. Se labraron actuaciones por averiguación de trata de personas.