El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, resolvió que el zoológico de Luján no reanudará sus actividades al público tras la extinción del aislamiento social, preventivo y obligatorio por la actual pandemia por COVID-19, vigente en el distrito donde se encuentra asentado, en función de no contar con una habilitación nacional y provincial, requisito indispensable para reanudar sus actividades, además de otras irregularidades e incumplimientos detectados, en materia de la normativa nacional y provincial que regula la actividad. La medida se lleva a cabo por medio de la Secretaría de Control y Monitoreo Ambiental, que está a cargo de Sergio Federovisky.

“Dado que el zoológico de Luján, en la actualidad, carece de habilitación provincial y nacional, se mantendrá cerrado, mientras esto siga de ese modo”, afirmó Federovisky. Asimismo, se le exigirá al establecimiento desde el Estado nacional, en cumplimiento de la normativa nacional y provincial que regula la actividad, que presente en el lapso de 10 días el listado de marcaje y castración de su plantel faunístico. Por otro lado, se conminará a que realice la correspondiente inscripción ante la cartera ambiental nacional, según disponen las normas nacionales sobre fauna, requisito que el zoológico nunca cumplió.

Es por esto que el Ministerio de Ambiente nacional se presentará como querellante ante la justicia, para que se investiguen las reiteradas denuncias de desmanejos en su interior, realizadas en redes sociales, por vecinos de Luján y visitantes, las cuales también motivaron, a principios de esta semana, que la Secretaría de Control y Monitoreo Ambiental fiscalice el recinto. Cabe recordar que en el mes de febrero, la cartera ambiental nacional, junto con la Municipalidad de Luján y personal de la Policía Ecológica de la provincia de Buenos Aires, realizó un procedimiento de fiscalización en la institución, que derivó en la clausura de jaulas de leones, tigres, elefantes y guacamayos, al constatar cerca de 600 situaciones de transgresión —se facilitaba el ingreso de visitantes al interior de las jaulas— a una clausura preventiva efectuada a mediados de 2019, por incumplimiento de la Ley N° 12238 de la provincia de Buenos Aires, que establece la prohibición de contacto con la fauna.