El senador nacional Martín Lousteau participò durante este fin de semana del Kilkenomics Festival que se desarrolla en Irlanda, conocido como el Primer Festival de Economía del Mundo que reúne a los principales economistas, analistas financieros y especialistas de medios del planeta. El senador porteño participó de diferentes debates que agotaron las entradas. Compartió un panel sobre el futuro de América Latina en el siglo XXI junto a Carolina Alves, Martín Angolo y Marla Dukharam.
Alves, es cofundadora de Diversifying and Decolonising Economics, una red de economistas que trabajan para promover la inclusión en la economía, tanto en el contenido académico como en las estructuras institucionales y es miembro del Grupo Asesor de Reconstrucción de la Macroeconomía. Por su parte, Dukharam es una economista caribeña que se ha convertido en una voz líder en el llamado a reducir la desigualdad de género y de ingresos y promover nuevos modelos de crecimiento.
Lousteau compartió otro panel con Thomas Frank, un analista político, historiador y autor estadounidense, ex columnista del Wall Street Journal y cofundador y editor de la revista The Baffler y con la taiwanesa Angelica Oung, experta en la industria eólica marina de Taiwán. Con ellos debatieron sobre el interrogante: “¿Podría ser el fin de los Strongman y, de ser así, qué los reemplazará?”.
También compartió debates con el economista estadounidense Paul McCulley, que es ex director general de PIMCO, uno de los líderes mundiales en gestión de inversiones de renta fija y con Katie Martin, que es la editora de mercados del Financial Times. El Kilkenomics Festival fue ideado por el economista y periodista irlandés David McWilliams que es también el autor de no ficción más vendido de su país.
Kilkenomics tiene la particularidad de hacerse en teatros en los que comparten la charla los economistas más destacados del mundo con los comediantes más divertidos e ingeniosos en distintos encuentros que se desarrollan durante tres días. “Nos han llamado ‘Davos con bromas’ y no estaríamos en desacuerdo con esa evaluación”, dicen los organizadores que comenzaron con el Festival como “una forma de dar sentido a la crisis económica de 2008” y que tiene como «objetivo sacar la economía de la sala de conferencias y la academia y hacerla accesible a la vida de la gente común».