El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible firmó el protocolo ambiental para eventos masivos, una herramienta para facilitar a sus organizadores la implementación de prácticas sostenibles en estos encuentros. Dicha guía tiene por objeto evitar o reducir el impacto ambiental negativo como la generación de residuos, el consumo de recursos como agua y energía y las emisiones de gases de efecto invernadero vinculadas con el transporte de personas y materiales, así como las adjudicadas al desarrollo mismo de la actividad.
La creación del protocolo se fundamenta en la necesidad de redoblar el compromiso y los esfuerzos asumidos desde las distintas áreas de gobierno y los sectores de la sociedad, en un marco de crisis climática mundial. Por esto, desde la cartera nacional de Ambiente se promueven políticas públicas específicas que tienden a reducir el impacto que la vida urbana tiene sobre el entorno.
Resulta de máxima importancia aprovechar los eventos masivos para asumir la responsabilidad social de cada actor en materia ambiental repensando la manera en la que son organizados e incorporando criterios de sostenibilidad en sus distintas fases. Para este protocolo se considera evento masivo a todos aquellos eventos que reúnen a más de 600 asistentes y que se lleven a cabo en vía pública, espacios abiertos, cerrados o semicerrados, como por ejemplo recitales, festivales, eventos deportivos o bailables, conferencias y congresos, ferias, entre otros.
Para lograr su objetivo, este instrumento proporciona herramientas para aportar a la reducción del impacto ambiental negativo producido antes, durante y después del desarrollo de actividades masivas. Esto implica cumplir con la correcta separación en origen y gestión de residuos, implementar estrategias de reducción de consumo de energía y de emisiones de gases de efecto invernadero, además de propiciar la adopción de medidas que reduzcan el daño directo sobre los ecosistemas afectados, entre otros aspectos.
Siguiendo esos lineamientos, se podrán realizar eventos sostenibles diseñados, planificados y desarrollados con el fin de minimizar, reducir o evitar los potenciales impactos negativos sobre el ambiente. Esto podrá repercutir en aspectos como el ahorro y el beneficio económico, el impacto social positivo y el aporte de valores también positivos a la imagen y prestigio de organizadores y auspiciantes.