Según el Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) elaborado por el sector de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en febrero los precios de los agroalimentos se multiplicaron por 3,4 veces del campo (origen) a la góndola (destino). Es decir, el consumidor pagó $3,4 por cada $1 que recibió el productor. En promedio, la participación del productor explicó el 28% de los precios de venta final. La mayor participación la tuvieron los productores de pollo (61,5%),mientras que la menor fue para los de limón (10,1%).

Cabe destacar que según el Índice de Ventas Minoristas de CAME, las ventas del rubro Alimentos y Bebidas bajaron 33,3% anual en febrero, reflejo de la caída del poder adquisitivo y la falta de convalidación de precios por parte del consumidor. Es decir, la baja se explica por una retracción de la demanda. Además, durante el primer bimestre del año todos los eslabones de las distintas cadenas de valor han visto afectada su rentabilidad por los fuertes incrementos de costos, no sólo debido a la devaluación, sino también al aumento del transporte y la logística, entre otros.

Entre los productos que presentaron menor diferencia entre el precio que recibió el productor y el que pagó el consumidor se encuentran tres frutihortícolas y dos de origen animal.El pollo (1,6) y el huevo (1,8), productos de origen animal que por lo general tienen un sistema de producción integrado -todos los actores de sus respectivas cadenas de valor son parte del riesgo del negocio-, aumentaron tanto en origen como en destino.

El pollo subió 0,5% en góndola y 73,8% en origen, por un reacomodamiento de precios; en tanto que el huevo aumentó 31,9% al productor y 19,4% al consumidor.
Por su parte, el repollo y la frutilla también incrementaron sus precios en ambos extremos de la cadena: 7% y 10,2% al productor, mientras que en góndola presentaron una suba del 37% y 1,4% respectivamente. Por último, el pimiento, hortaliza cuyos precios bajaron 31,5% en origen y 0,7% al consumidor.