Las ventas minoristas pymes subieron 25,5% anual en enero -a precios constantes-, al tiempo que cayeron 0,5% en la comparación mensual desestacionalizada. Este aumento registrado en el primer mes del año demuestra una recuperación del comercio minorista, iniciada en diciembre de 2024. Cabe destacar que, a pesar del sustancial incremento registrado, los comercios no pudieron recuperar la caída del mismo mes del año pasado, que había alcanzado el mínimo histórico de -28,5%

En enero, el comercio pyme enfrentó un escenario desafiante, marcado por la estacionalidad, el éxodo de consumidores a países limítrofes y baja liquidez tras las fiestas de diciembre. Si bien muchos empresarios consultados destacaron como positivo la estabilidad de los precios y una leve mejora real con respecto al año pasado, la mayoría coincide que las ventas siguen siendo menores a lo esperado.La incertidumbre económica continúa afectando a los comerciantes, reflejándose en el creciente aumento de los costos operativos de las empresas.

No obstante, los empresarios mantienen expectativas positivas de cara al resto del año, esperando que el regreso a clases impulse el consumo en febrero y marzo.Así surge del Índice de Ventas Minoristas (IVM) Pymes de la Confederación Argentina de la en Mediana Empresa (CAME), elaborado en base a un relevamiento mensual entre 1.212 comercios minoristas del país, realizado entre el 1 y 6 de febrero.

Las ventas crecieron 27,6% interanual en enero –a precios constantes– y 3,1% en la comparación intermensual desestacionalizada. Este crecimiento interanual sumado a un cierre de año positivo (fue el único rubro que creció en 2024) muestra una recuperación y crecimiento real de los comercios del sector.

En las provincias con fuerte presencia turística, el sector se benefició del flujo de visitantes, especialmente con productos de temporada como indumentaria para actividades al aire libre y trajes de baño. Las promociones y financiación en cuotas sin interés fueron factores clave para el crecimiento de las ventas del sector. Las expectativas a futuro son optimistas: la estabilidad de precios y un progresivo aumento en el consumo generan entusiasmo de cara a los próximos meses.

Desafíos y oportunidades para el sector
Uno de los principales desafíos actuales es la dificultad para afrontar el pago de salarios. Los comercios de Alimentos y bebidas encabezan la lista de sectores más afectados, con un 21,2% de los comerciantes reportando problemas en este aspecto. El sector Textil e indumentaria tampoco es ajeno a esta situación, con un 19,2% enfrentando dificultades similares.

Sin embargo, algunos negocios han logrado manejar mejor la situación mediante estrategias como promociones agresivas y reducción de costos operativos. Por ejemplo, un comercio de calzado en Buenos Aires optó por reducir sus horarios de atención durante la temporada baja, mientras que una tienda de indumentaria en Santa Fe implementó descuentos por pago en efectivo para incentivar el consumo inmediato.