Desde hace un mes que el Parque Centenario resiste. Se resiste a ser enrejado, tal como pretende el Ministerio de Ambiente y Espacio público porteño y como ya hizo con 71 espacios verdes de la Ciudad. Un grupo de vecinos que se opone a que el parque diseñado por Carlos Thays sea cercado permanece acampando en el lugar: juntan firmas, hicieron una huerta orgánica, realizan talleres, asambleas y festivales para dar a conocer el tema. Por el momento, la intención de colocar rejas en 10 hectáreas -más que nada por vandalismo e inseguridad, según explican las autoridades- pareciera estar en punto muerto. De hecho la semana pasada la Ciudad retiró unos 10 metros de hierros que había comenzado a colocar a fines de septiembre, sobre avenida Patricias Argentinas. La gente impidió la realización de los trabajos. Luego se conformó una Asamblea, que nuclea a vecinos, feriantes y artistas, y que se reúne los sábados. “Así comenzó el acampe y, por el momento, no volvieron a intentar cercar el parque. Con quienes sí tuvimos inconvenientes es con la Policía Metropolitana”, le contó a La Razón Julieta, de Cine Libre Parque Abierto. El principal problema fue una huerta orgánica comunitaria que los efectivos policiales intentaron levantar.
Desde la cartera de Santilli plantean las rejas junto a otras obras de ordenamiento del parque, como reubicar algunos feriantes, potenciar la histórica feria de libros y optimizar las plazoletas abandonadas y los entornos donde la gente realiza actividades físicas.