Un día después de que se conociera el recorte de subsidios y el aumento en las cuotas establecido por el Gobierno porteño, los colegios privados rechazaron la quita de los 200 millones de pesos y también cuestionaron el porcentaje de incremento, que alcanzará el 26 por ciento. “Estamos de acuerdo con dos aumentos del 10%, pero no podemos recargar a los padres el peso del ajuste. Es una disminución en la educación”, expresó Alfredo Fernández, vocero de Adeepra, una de las dos entidades que reúnen a las 500 escuelas privadas subvencionadas.
Aún así, el Gobierno porteño ratificó el recorte. Este año, tiene que pagar 1.900 millones de pesos y quiere reducir la cifra a $1.700 millones. Todavía no precisó cómo se instrumentará. Pero las entidades dicen que se aplicará directamente un recorte del 10% del monto que hoy reciben los colegios. Y trascendió que, bajando subsidios, el Ejecutivo porteño ahorrará $140 millones. Los otros $60 millones serán cuestiones “administrativas” que los colegios no cuestionarían, como no pagar licencias a los suplentes y dar subsidios a grados con menos de 15 alumnos, entre otros.
El martes, tras una reunión con las instituciones, los funcionarios porteños determinaron que hasta julio, y según el aporte estatal que reciban, podrán aumentar el arancel entre el 9 y 10%. La segunda parte se discutirá en el segundo semestre, aunque no descartan que llegue a 16%. El ajuste será similar a la paritaria negociada para 2013, que en promedio será del 26%, pero que alcanza el 31% en el salario inicial. El primer tramo se cobra este mes. Según las asociaciones de colegios, el ajuste de las cuotas que quiere la Ciudad compensará el recorte de subsidios, y es la “única manera que encontró para hacer frente al aumento docente”.