En el Salón Dorado de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, quedó inaugurada la muestra fotográfica del libro Rostros de un Triunfo, que, a casi tres años de la aprobación del matrimonio igualitario, transmite los hechos y momentos que conformaron la lucha de la comunidad LGBT por el reconocimiento de sus derechos y por un país más inclusivo.
La legisladora de la Ciudad de Buenos Aires, María Rachid, que mediante un proyecto aprobado por unanimidad en la Legislatura declaró al libro de Interés para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos, fue la oradora central de la presentación audiovisual, a cargo del periodista y escritor Gustavo Pecoraro. El 15 de julio del 2010, el Senado de la Nación, luego de una larga espera que transcurrió entre discursos y una vigilia fría en las calles, aprobaba la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo, hecho que movilizó a la opinión pública e inició un cambio social muy fuerte en nuestro país. Todo el proceso y acompañamiento del proyecto fue registrado por las cámaras de Javier Fuentes y Nicolás Fernández, cuyo resultado dejó un caudal enorme de imágenes resumidas en el libro fotográfico Rostros de un Triunfo. El compilado no se trata de un documento objetivo ni de un relato periodístico, sino de una historia en esos días de lucha inmortalizados por el lente de sus protagonistas, y lograda gracias al aporte de empresas, organizaciones y la sociedad misma.
Luego del acto, la legisladora Rachid expresó: "Hacer un recorrido por el camino hacia la aprobación de la Ley de Matrimonio Igualitario sigue siendo movilizador. Esas palabras se materializan en sensaciones que refleja este libro: en sus colores, sus rostros, las banderas, las calles, los recintos, instantes congelados en blanco y negro de alguna imagen. Y los autores del libro no fueron testigos, fueron protagonistas, partícipes activos de este proceso. Con este material hacen un aporte fundamental a la construcción de igualdad, justicia, el aporte de la historia, no sólo a través del hermoso relato que expresan, sino aportando una memoria emotiva que sólo el arte puede dar. Hubo obstáculos, ofensas, mucha discriminación e intolerancia en algunos tramos de este camino, personas que no han sabido comprender lo que proponíamos o quienes, comprendiéndolo, entienden que los derechos son privilegios sólo para unos pocos. Ellos hablaban de odio, de enfermedad, de delito, de perversión. De nuestro lado quedaban las palabras más felices: la familia, la justicia, los derechos, la solidaridad, el amor".