En conversaciones contra reloj, la Casa Rosada siguió operando a través de los gobernadores hasta ayer mismo para bloquear el tratamiento de la ley antidespidos en el Senado. Fracasó: a instancias de la mayoritaria bancada del Frente para la Victoria, los senadores opositores buscarán dar hoy media sanción al proyecto que prohíbe las cesantías por 180 días y fija la doble indemnización mientras dure la emergencia ocupacional. Aunque desde cámaras patronales habían reclamado que las Pymes quedaran exceptuadas de la ley, la decisión hasta anoche en el bloque K era aprobar la ley sin hacer excepciones para ningún sector.
El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, habló con casi todos los gobernadores para pedirles que intercedan ante sus senadores para que el proyecto no se trate hoy, según trascendió en el Gobierno. Pero esta vez el funcionario habría sido poco persuasivo debido a que en varias provincias aún siguen a la espera de que la administración macrista les cumpla las promesas por el voto a la ley de los holdouts, dijeron en el bloque K.
Malogradas las negociaciones, al oficialismo le quedaba la esperanza de que hoy la oposición no consiga reunir los 37 senadores necesarios para el quórum. Se agarraban de que hoy en Santiago del Estero es el inicio de las sesiones legislativas, con lo que no llegarían a tiempo sus tres senadores, que juegan con el FpV, y que hay legisladores de viaje.
Pero asoma improbable que el FpV no logre el quórum. Es que el propio jefe de la bancada, Miguel Pichetto, jugó a fondo para la realización de la sesión. Temprano tuvo una reunión con el radical Angel Rozas, jefe del interbloque de Cambiemos, y el presidente provisional del Senado, el macrista Federico Pinedo, quienes le plantearon postergar el tratamiento de la ley. Le propusieron esperar a que fuera al Senado el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, a dar un informe sobre la “real situación” del empleo. Pero Pichetto no aceptó.