«Yo me voy. Si quieren venir, vengan», así respondió Macri ante la negativa de las tres CGT de participar del acto que protagonizó junto a empresarios. Lejos de mantenerse callados, los gremialistas insistieron en que tome «más medidas sociales y contra la inflación».
«Nos sirvieron un mate cocido, nos leyeron el compromiso y quisieron que lo apoyáramos sin discutirlo entre nosotros. Le dijimos a Macri que no podíamos hacerlo y se fue recaliente», confió anoche un sindicalista. El mandatario les había argumentado que la ley que se discute en el Congreso es «anti empleo» y que «ahuyenta» a los inversores. Ellos retrucaron: «No estamos en condiciones de parar nada, esto se maneja en el Parlamento». Eso sí, hablaron de modificaciones.
«Reconocemos el mérito del Ejecutivo de hacer que se firme este compromiso, aunque entendemos que es tardío. Igual esperamos que los empresarios cumplan con la responsabilidad de no despedir durante los próximos 90 días», se quejó en diálogo con Clarín Gerardo Martínez. En tanto, Luis Barrionuevo completó: «No es malo el compromiso, el problema es que nadie le cree».
El enojo nace de que para sindicalistas el anuncio del jefe de Estado de la tregua en los despidos (por 90 días no podrán llevarse a acabo) llega tarde. «Hace dos meses le dijimos al Gobierno que tenían que hacer algo contra los despidos y se acordaron ahora, cuando el Congreso discute la ley», sostuvo un dirigente cegetista. El único que celebró fue el colectivero Roberto Fernández, quien destacó que Macri» se puso al frente» de los trabajadores. La noticia la dio Hugo Moyano, quien dio parte de enfermo y se ausentó. «Debe tener la misma gripe que tuviste vos», molestaron a Barrionuevo en referencia al acto del que se bajó con esa excusa y del que iba a participar el líder de Cambiemos.