Dilma Rousseff dejó de ser hoy la presidenta de Brasil por un periodo de hasta seis meses, por decisión del Senado, y el vicepresidente, Michel Temer, asumió en forma interina y con plenos poderes la Presidencia del país. La apertura de un juicio político contra la mandataria del Partido de los Trabajadores (PT) fue aprobada con los votos favorables de 55 senadores, contra otros 22 que votaron en contra.
El resultado representa un duro golpe para el Gobierno, puesto que el número de votos favorables al «impeachment» supera el mínimo necesario para que sea destituida en forma definitiva en una votación final que, se presume, tendrá lugar en septiembre. En una maratónica sesión de más de 20 horas de duración, los senadores resaltaron los argumentos pro y contra Rousseff que se vienen manejando desde que el proceso comenzó a tramitarse en la Cámara baja, donde el enjuiciamiento se aprobó en abril con 367 votos a favor y 137 en contra.
«Es golpe», afirmó Dilma en un texto escrito con letras mayúsculas en su perfil de una red social. «Sin que puedan mostrar que crimen fue cometido el Senado Federal decidió separar de su cargo a la presidenta y continuar con el impeachment», señala la mandataria.»El abogado general de la Unión José Eduardo Cardozo destacó que se está cometiendo una injusticia histórica, a través de un proceso que viola la Constitución», señaló Rousseff.
Cómo sigueLa aprobación del juicio político por ambas cámaras del parlamento es el primer paso de un engorroso trámite que puede durar meses, hasta que se defina si la mandataria será finalmente destituida o recuperará el cargo.Durante el día de hoy la cámara alta deberá notificar de su decisión en forma oficial, y por separado, a Rousseff y al vicepresidente Michel Temer. Una vez notificados, Rousseff será separada del cargo durante los 180 días que puede durar el proceso y Temer asumirá la presidencia en forma interina, aunque con plenos poderes, durante ese período.
Por ese carácter interino, no habrá ninguna ceremonia de traspaso de mando ni una investidura propiamente dicha, aunque está previsto que Temer se dirija al país para anunciar sus planes de Gobierno y los miembros de su nuevo gabinete.La gestión de Temer puede acabar junto con el proceso en el caso de que Rousseff sea absuelta, pero si es finalmente destituida el actual vicepresidente completará el mandato que vence el 1 de enero de 2019.
A partir de la semana próxima, la comisión especial integrada por 21 senadores que analizó los méritos jurídicos de las acusaciones se reunirá para definir un calendario de trabajo para el juicio político propiamente dicho, en el que serán escuchados los testimonios de la parte acusadora y de la defensa.También podrán ser citados testigos que puedan contribuir para la producción de pruebas, tanto a favor como en contra de Rousseff, y será elaborado un informe final con las conclusiones del caso.
Ese informe será votado en la comisión y, en caso de ser aprobado por una mayoría simple, será encaminado al pleno del Senado, que en una única sesión decidirá si Rousseff será finalmente destituida con una votación que deberá contar con al menos dos tercios de los legisladores (54).Esa última sesión del proceso será dirigida por el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lewandowski, cuyo mandato vence el próximo septiembre y será sustituido por la magistrada Carmen Lucia Antunes. Si para ese momento el proceso no hubiera concluido, esa última sesión sería presidida por Antunes, quien de esa manera dirigiría el trámite que pudiera poner fin al mandato de la primera mujer elegida para gobernar el país.