Transitar por la Avenida de Mayo ya no será lo mismo dentro de unos meses. A pedido de los vecinos, el Gobierno de la Ciudad anunció que desde agosto se desarrollarán obras para renovar la tradicional arteria, que tendrá veredas y luces nuevas. La reforma estará acompañada por mejoras en el entorno de la Plaza de Mayo y la plaza del Congreso.
La Asociación Amigos de la Avenida de Mayo presentó a principios de este año un proyecto ante la Ciudad para impulsar los arreglos necesarios en la arteria. Después de distintas evaluaciones, se definió el plan de trabajo haciendo hincapié en tres focos principales: mejoras en la iluminación, renovación de las veredas y limpieza del mobiliario existente, como tachos de basura, bancos y puestos de diarios y flores, entre otros. Voceros del Ministerio de Ambiente y Espacio Público indicaron que en los sectores donde haya paredes vacías se erigirán muros verdes.
Las tareas abarcarán toda la extensión de la avenida, entre las calles Bolívar y Luis Sáenz Peña. Una de las prioridades será proveerle al corredor mayor luminosidad, ya sea natural como artificial. Según le adelantaron a La Nación, los integrantes de la entidad vecinal solicitarán préstamos para financiar las tareas de reforma en algunos inmuebles con frente sobre la arteria. En ese aspecto, fuentes oficiales anunciaron que también se iluminarán las fachadas de una quincena de edificios, a la vez que se realizarán obras de conservación de frentes en alrededor de diez propiedades, aunque todavía no precisaron cuáles serán esos lugares. Las obras, cuyo proceso de licitación está en marcha, requerirán una inversión cercana a los $38 millones y se estima que quedarían finalizadas a fines de este año.